Jardinería
Adiós a las malas hierbas en el jardín: el truco sencillo de los jardineros expertos
Utilizar esta técnica asegura un terreno más sano y estéticamente cuidado
Los jardineros más experimentados han encontrado una manera eficaz de mantener los jardines libres de malas hierbas sin recurrir a productos químicos. La clave está en una técnica tradicional que devuelve la salud y el vigor al césped mientras previene la invasión de plantas no deseadas.
Las malas hierbas son plantas que crecen de forma espontánea en zonas cultivadas y controladas, como jardines, huertos o campos agrícolas. Su presencia no solo desluce el aspecto del terreno, sino que compite con las plantas sanas por agua, luz y nutrientes. Gracias a su alta capacidad de reproducción, estas especies pueden dispersar miles de semillas en poco tiempo.
La solución que proponen los profesionales se basa en la escarificación, una técnica que consiste en remover la capa de restos orgánicos, raíces muertas y hojas secas que se acumula entre el césped y la tierra. Para llevarla a cabo se utiliza un rastrillo de púas metálicas o una máquina especializada que recorre toda la superficie.
Beneficios directos para el césped
La escarificación no solo elimina malas hierbas, sino que ofrece varias ventajas:
- Mejora la aireación del suelo, evitando que se compacte demasiado.
- Reduce la aparición de musgo y nuevas especies invasoras.
- Favorece el desarrollo de raíces más fuertes y profundas.
- Potencia la eficacia de fertilizantes, al llegar directamente a la tierra.
- Incrementa la resistencia del césped frente a periodos de sequía.