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Felicidad

Arthur Brooks, experto en felicidad de Harvard: “Tu madre, literalmente, te hizo infeliz”

El profesor de la prestigiosa universidad explicó que la felicidad depende de varios factores y se basa en cuatro hábitos

Arthur Brooks (Harvard) AP

Todo el mundo busca la felicidad. Hay pocas cosas que unan a toda la población, pero la búsqueda de este estado, nada sencillo de conseguir, es similar para todos. Nadie intenta ser infeliz de manera voluntaria pese a que a veces uno se encuentre de esta manera. La felicidad también es algo subjetivo porque cada persona logra alcanzarla de una manera y la siente de forma diferente. Pese a no ser algo tangible, se puede analizar.

Uno de los mayores expertos en la materia es el profesor de Harvard Arthur Brooks, que en sus constantes conferencias reflexiona sobre la felicidad. En una compartida por Alliance for Responsible Citizenship (ARC) profundizó sobre este estado mental, que tiene tres componentes básicos. Su exposición explica lo siguiente: "Tu felicidad es algo que puedes entender, cambiar y aumentar".

Estos son los tres componentes de la felicidad

Los tres componentes son muy variados y el primero es especialmente llamativo: "El 50% de tu felicidad es genética, y tu madre, literalmente, te hizo infeliz". Lo ejemplifica de la siguiente manera: "Si viniera a mí y me dijera: 'Profesor Brooks, tengo un gran problema. Mis padres beben demasiado', le diría: 'Se ha saltado un paso'", dijo. "Aquí tiene un truco para reducir a cero el 50 % de influencia genética en el alcoholismo: no beba. Es un hábito, pero hay que conocer la genética".

La otra mitad es menos fija: un 25% varía según las circunstancias y el último 25% está bajo control directo. Esto último se puede entrenar y modificar mediante los hábitos diarios. Las circunstancias también son variables, pero no siempre dependen de uno mismo sino del exterior.

Cuatro hábitos para ser feliz

Tras sorprender otorgando una importancia muy relevante a la genética, abordó otro tema que considera importante para la felicidad. El profesor explica que hay que tener cuatro hábitos ordenados, que funcionan como pilares, para lograr ser felices. Si queremos vivir en una sociedad más feliz, esas son las cosas que debemos defender, explicaba sobre los pilares, que son los siguientes:

  • Fe o trascendencia: No se refirió a doctrinas concretas, sino a prácticas que permiten salir de únicamente mirar en uno mismo. En palabras del profesor, se trata de encontrar “un camino que te ayude a trascender y a reducir el narcisismo”, una vía que aporte propósito y perspectiva más allá del interés individual.
  • Familia: El vínculo con los parientes es, para Brooks, un baluarte esencial, aunque advirtió sobre el riesgo de fracturas motivadas por desacuerdos ideológicos. Defendió la importancia de preservar los lazos afectivos siempre que no existan situaciones de abuso, porque mantener esas redes aporta resiliencia emocional y sentido de pertenencia.
  • Amistad: No todas las relaciones son iguales; el académico distinguió entre "amigos reales" y "amigos de trato", subrayando la necesidad de cultivar vínculos que no sean utilitarios. Las relaciones profundas, explicó, ofrecen apoyo emocional y contribuyen de forma decisiva al bienestar. El compañerismo demanda dedicación y paciencia.
  • Trabajo: Finalmente, el entorno laboral, sea cual sea la profesión, debe proporcionar dos ingredientes: reconocimiento por el esfuerzo y la posibilidad de contribuir al bien común. La alegría en la tarea, afirmó, nace de "ganarte el éxito y servir a los demás" una combinación que otorga dignidad y propósito.

Dos errores en la búsqueda de la felicidad

El profesor explica que se cometen dos errores principales en la búsqueda de la felicidad: "El primer error, con diferencia, es pensar que la felicidad es un sentimiento. No lo es. Los sentimientos son indicios de la felicidad, pero no son la felicidad. Es como confundir el olor de la cena con la cena", pidiendo no confundir las emociones positivas con la felicidad. "El segundo error es pensar que puedes llegar a la felicidad absoluta, porque no lo puedes hacer. Vas a tener experiencias malas y debes tenerlas para crecer, para aprender", afirma Arthur Brooks, que explica también cómo llegar a ella.