Animales

Así funciona el protocolo para frenar la gripe aviar: más de dos millones de aves muertas en España

Las personas con exposición directa a los focos quedan en vigilancia pasiva y se someten a cribados mediante PCR

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Entre el 1 de enero y el 28 de octubre de 2025, España confirmó 14 focos de influenza aviar de alta patogenicidad (IAAP) en granjas de corral. En ese periodo se notificaron 74.476 aves infectadas y el balance total de mortalidad ascendió a 2.728.264 ejemplares. La sucesión de brotes llevó a la pérdida temporal del estatus de "país libre" ante la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) y activó un engranaje normativo en el que la Unión Europea establece el marco y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) aplica y supervisa cada paso.

El sistema arranca en las explotaciones. Los responsables deben vigilar indicadores clínicos y productivos que, de aparecer sin causa justificada, obligan a dar la voz de alarma: caídas bruscas en el consumo de agua o pienso (superiores al 20%), descenso en la puesta de huevos (más del 5% durante más de dos días), mortalidad semanal por encima del 3% o cualquier lesión o signo compatible con influenza aviar. La notificación inmediata pone la granja bajo control oficial.

Con la alerta activada, los servicios veterinarios llevan a cabo una encuesta epidemiológica para reconstruir posibles orígenes y rutas de contagio; examinan a las aves enfermas o muertas y toman muestras oficiales. El diagnóstico se confirma en el Laboratorio Central de Veterinaria (LCV) de Algete (Madrid). Durante esa investigación, la explotación queda inmovilizada: no pueden entrar ni salir aves, huevos, piensos, materiales o vehículos sin autorización, se intensifica la bioseguridad en accesos y se confina a los animales para evitar contactos con fauna silvestre.

La alerta no se limita a la granja afectada. Se inspeccionan y censan explotaciones del entorno, con especial atención a un radio de entre tres y diez kilómetros, y se suspenden temporalmente concentraciones de aves en la zona para cortar posibles cadenas de transmisión.

Qué ocurre cuando se confirma la IAAP

La verificación del virus de alta patogenicidad activa el protocolo de erradicación previsto en la normativa europea y ejecutado por las autoridades españolas:

  • Notificación oficial al titular de la explotación.
  • Sacrificio de todas las aves de corral y otras aves cautivas presentes en la granja, con las garantías de bienestar animal exigidas por la ley.
  • Rastreo y control de productos: Huevos, carne y aves nacidas de huevos incubados durante el periodo de incubación de la enfermedad.
  • Valoración e indemnización: Tasación de animales, huevos y piensos contaminados para agilizar compensaciones a los propietarios.
  • Eliminación segura de cadáveres y materiales de riesgo (piensos, estiércol, deyecciones, yacija), conforme al reglamento sanitario aplicable.
  • Limpieza y desinfección en profundidad de todas las instalaciones y equipos.

Finalizada esta fase, se abre un periodo mínimo de 21 días de control bajo vigilancia oficial. Solo cuando los muestreos virológicos ambientales certifican la ausencia del virus, la autoridad competente autonómica autoriza la reposición de aves y la reanudación de la actividad.

Salud humana

En paralelo a las medidas veterinarias, las autoridades de sanidad animal notifican a salud pública cada brote para activar el protocolo humano. Las personas con exposición directa a los focos quedan en vigilancia pasiva para identificar síntomas compatibles y se someten a cribados mediante PCR.