El año más cálido
Calor récord por el cambio climático
Ha sido el año más cálido de la historia. Los meteorólogos aluden al fenómeno de El Niño, pero es la mano humana la culpable mayor: la Cumbre del Clima sirvió para poco
España en particular, y el resto del mundo en general, ha sudado la gota gorda este año. La Agencia Estatal de Meteorología para la Península Ibérica, y el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S) para el resto del globo en general, han ido avisando mes a mes de cómo las altas temperaturas y la sequía se extendían sin freno. Aludían al fenómeno conocido como El Niño, cuando la superficie del Pacífico se calienta y los vientos de la superficie se debilitan. Temían que provocase que la temperatura global alcanzase una subida de 1,5 °C por encima de la media de la era preindustrial. Pues este 2023 ha cumplido la previsión: la temperatura media a nivel mundial ha sido la más alta desde que hay registros: 1,46ºC por encima del promedio de la era preindustrial y 0,13ºC superior a 2016, el año natural más cálido registrado hasta ahora.
En seis meses de 2023 se han batido récords y en dos de las estaciones también. Las extraordinarias temperaturas mundiales de noviembre, que ha tenido dos días con el termómetro 2ºC por encima de la temperatura preindustrial, convierten a 2023 en el año más cálido de la historia desde que existen registros. Noviembre en particular fue el más cálido desde que hay estadísticas, con una temperatura media del aire en superficie de 14,22°C, hasta 0,85°C por encima de la media de 1991-2020 para ese mes y 0,32°C por encima de la temperatura de noviembre de 2020, que había sido el mes de otoño más cálido hasta la fecha.
Por su parte, la temperatura media de la superficie del mar en noviembre entre las coordenadas 60°S-60°N fue la más alta registrada en este mes, con 0,25°C más que el segundo noviembre más cálido, el de 2015. El fenómeno de El Niño continuó en el Pacífico ecuatorial, con anomalías que siguen siendo inferiores a las alcanzadas en esta época del año en el fenómeno de 2015.
El otoño boreal de 2023, que comprende los meses de septiembre, octubre y noviembre, fue el más cálido registrado en todo el mundo, con diferencia, ya que la temperatura media se situó en 15,30°C y fue 0,88°C superior a la media.
En Europa, la media de septiembre a noviembre fue de 10,96°C, es decir, 1,43°C por encima de lo habitual. Esto convirtió a este otoño boreal en el segundo más cálido jamás registrado, sólo 0,03°C más frío que el de 2020. Mientras continúen las emanaciones de gases de efecto invernadero no cabe esperar resultados distintos a lo visto este año. La temperatura seguirá subiendo y también aumentarán los impactos de las olas de calor y las sequías.
Los países reunidos en la Cumbre del Clima de Dubái de este mes de diciembre llegaron a un acuerdo de «transición» energética para abandonar todos los combustibles fósiles, pacto muy poco satisfactorio para aquellos países y organizaciones sí comprometidas para acabar con la contaminación provocada por el carbón, el gas y el petróleo.
Los objetivos temporales son poco ambiciosos: el planeta «debería» lograr la neutralidad de emisiones en 2050, pero otorga cierta flexibilidad para que naciones como China puedan alcanzar este punto máximo en un plazo más prolongado.
Y para acabar el año este diciembre ha continuado con la tónica seca en España por una situación anticiclónica. Incluso se han visto ciudades del sur que han llegado a los 20 ºC. Pocas precipitaciones además, situación desfavorable para muchas estaciones de esquí porque, con este escenario, ofrecieron poca nieve.
¿Cómo viene 2024? El actual episodio de El Niño continuará al menos hasta abril. Este fenómeno climático alterará las pautas meteorológicas, contribuyendo a un aumento adicional de las temperaturas tanto en la tierra como en el océano, con la muy alta probabilidad de que la temperatura superficial promedio global para el invierno 2023/24 supere todos los récords históricos. China, en particular, podría enfrentar temperaturas superficiales más del doble de lo habitual, posiblemente estableciendo un nuevo récord desde 1991.
No sólo «molestan» las altas temperaturas que volverán en 2024. Los países comienzan a implementar programas para universalizar los sistemas de alerta temprana de fenómenos climatológicos extremos para salvar vidas y reducir las pérdidas económicas.
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