Religión

Chequeo médico a Francisco para controlar «pequeñas goteras»

El Papa ha vuelto al hospital Gemelli dos meses después de ser ingresado por una pulmonitis aguda

El Papa Francisco, durante una reciente celebración en la basílica de San Pedro
El Papa Francisco, durante una reciente celebración en la basílica de San PedroEuropa Press

Nueva escapada hospitalaria papal. Francisco se ha desplazado en el día de hoy hasta el policlínico Gemelli de Roma para someterse a un chequeo rutinario. Así lo ha confirmado el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, quien se ha limitado a explicar que el Papa ha pasado «algunos exámenes clínicos y regresó al Vaticano antes del mediodía».

Fue el italiano «La Reppublica» quien desveló la salida de Jorge Mario Bergoglio de la residencia de Santa Marta para ingresar en torno a las 10:40 horas en el Centro de Medicina del Envejecimiento del hospital italiano. Una vez más, el hecho de que la Santa Sede no notificara previamente esta visita hizo saltar todas las alarmas. Sobre todo, teniendo en cuenta que el pontífice, de 86 años, ingresó a finales de marzo a causa de una enfermedad respiratoria en la antesala de la Semana Santa, lo que hizo peligrar las principales celebraciones del tiempo pascual, el más relevante para el orbe católico.

Sin embargo, Francisco superó esta dolencia gracias a un tratamiento con antibióticos y apenas tuvo que estar tres días en el Gemelli. «Realmente fue una cosa inesperada. Fue una pulmonitis aguda. Pero la agarramos a tiempo, me dijeron, y si hubiéramos esperado un poco más de horas, hubiera sido más grave. Pero salí en cuatro días, salí», relata en primera persona el Papa.

Fuentes vaticanas explican a LA RAZÓN que «debemos acostumbrarnos a este tipo de entradas y salidas de Francisco, tanto por su edad, como por su cuadro clínico, no porque tenga ningún diagnóstico grave, pero sí por todas esas ‘goteras’ que pueden dar algún pequeño susto». De hecho, hace apenas unos días, el 26 de mayo, el pontífice tuvo que suspender su agenda por un cuadro febril. Una vez más, las sospechas de un agravamiento de su estado de salud se dispararon. Los temores se esfumaron 24 horas después cuando Francisco completó una jornada maratoniana que incluyó, no solo varias audiencias, sino la grabación del programa televisivo de la RAI «A sua Immagine», que se emitió este pasado domingo. El secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, también contribuyó a borrar cualquier hipótesis que fuera más allá, al subrayar que simplemente estaba «cansado».

«Ya estoy en la edad que hay que decir ‘qué bien se lo ve’. Es el piropo a los viejos», bromeaba el Papa en una reciente entrevista con el canal Telemundo, en la que él mismo daba cuenta de cómo lleva sus achaques: «La rodilla se fue arreglando y antes no podía caminar. Ahora he vuelto a caminar. Hay días que son más dolorosos, como hoy. Hay días que no, pero es parte del desarrollo».

De la vitalidad del Papa también da fe la cúpula de la Unión Católica de Informadores y Periodistas de España, que fueron recibidos en audiencia el pasado sábado. Con su presidente, Rafael Ortega, al frente, confirman que, más allá de sus limitaciones de movilidad, «su capacidad para gobernar está intacta, mejor de lo que muchos creen».