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China consigue que brote la primera planta en La Luna

Una planta de algodón ha germinado con éxito a bordo de la sonda Chang'e 4

Una semilla de algodón brota en la Luna, a bordo de la sonda china Chang'e 4 / Foto: Efe
Una semilla de algodón brota en la Luna, a bordo de la sonda china Chang'e 4 / Foto: Efelarazon

Una semilla de algodón, llevada a la Luna por la sonda china Chang'e 4, ha sido la primera en brotar en el satélite natural de la Tierra, según científicos de un miniexperimento de biosfera a bordo de la misión

Una semilla de algodón, llevada a la Luna por la sonda china Chang'e 4, ha sido la primera en brotar en el satélite natural de la Tierra, según científicos de un miniexperimento de biosfera a bordo de la misión. Después de realizar el primer aterrizaje en la cara oculta del satélite, la misión Chang'e 4 de China se ha convertido también en pionera en el primer mini experimento de biosfera en la Luna.

La misión nació con el objetivo de realizar tareas de observación astronómica de radio de baja frecuencia, análisis de terreno y relieve, detección de composición mineral y estructura de la superficie lunar poco profunda, así como la medición de la radiación de neutrones y atómos naturales para estudiar el medio ambiente en esta zona del satélite. Para ello, transporta un pequeño vehículo que recorrerá el terreno para grabar, documentar y definir la geología extraterrestre. Pero de todas estas pruebas, quizá, la más intrigante es la biológica:a través de un artefacto mecanizado pretenden cultivar semillas vegetales que quedarán depositadas en un contenedor sellado, un experimento avalado por 28 universidades chinas y que podría abrir la veda al nacimiento de los primeros seres vivos en la Luna.

Las imágenes enviadas por la sonda, que se han difundido en cadenas chinas de televisión, mostraron que un brote de algodón había crecido bien, aunque no se encontraron otras plantas creciendo. Entre las semillas que transportaba la nave se encontraban algodón, colza, patata y arabidopsis, así como huevos de mosca de la fruta y algunas levaduras, para formar una minibiosfera simple, según un equipo liderado por científicos de la Universidad de Chongqing. Las plantas generarían oxígeno y alimento para que otros seres vivos "consuman". La drosophila melanogasters, como consumidores, y la levadura, como descomponedores, generarían dióxido de carbono al consumir oxígeno para la fotosíntesis de las plantas. Además, la levadura puede descomponer los residuos de plantas y drosophila melanogasters y crecer, y también puede servir como alimento de drosophila melanogasters.

Con este círculo, se forma una mini biosfera compuesta por productores, consumidores y descomponedores. El desarrollo y la preparación del módulo biológico fueron realizados por el Equipo de Investigación de Biología Espacial en la Escuela de Ciencias de la Vida de la Universidad de Chongqing.

Este «viaje», bautizado así por una leyenda asiática, está compuesto de tres etapas: rotación (Chang’e 1 y Chang’e 2), alunizaje (Chang’e 3 y Chang’e 4) y retorno (Chang’e 5 y Chang’e 6). La fase actual permite estudiar en profundidad el cráter situado en la Cuenca de Aitken, formado durante una colisión gigantesca cuando el satélite aún era muy joven. En él, podría encontrarse material que aporte nuevos datos sobre la formación del mismo. Aunque esto es tan solo la punta del iceberg de un proyecto que pretende liderar una nueva misión tripulada a la Luna. De momento no hay una fecha clara, aunque algunos expertos ya la sitúan en 2036.

 

Con este círculo, se forma una mini biosfera compuesta por productores, consumidores y descomponedores. El desarrollo y la preparación del módulo biológico fueron realizados por el Equipo de Investigación de Biología Espacial en la Escuela de Ciencias de la Vida de la Universidad de Chongqing.

Este «viaje», bautizado así por una leyenda asiática, está compuesto de tres etapas: rotación (Chang’e 1 y Chang’e 2), alunizaje (Chang’e 3 y Chang’e 4) y retorno (Chang’e 5 y Chang’e 6). La fase actual permite estudiar en profundidad el cráter situado en la Cuenca de Aitken, formado durante una colisión gigantesca cuando el satélite aún era muy joven. En él, podría encontrarse material que aporte nuevos datos sobre la formación del mismo. Aunque esto es tan solo la punta del iceberg de un proyecto que pretende liderar una nueva misión tripulada a la Luna. De momento no hay una fecha clara, aunque algunos expertos ya la sitúan en 2036.