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Investigación

¿Cómo saber si le resultas atractivo/a a otra persona? Los psicólogos lo explican

Según indican los expertos, es un concepto profundamente subjetivo

¿Cómo saber si le resultas atractivo/a a otra persona? Los psicólogos lo explican Freepik

La atracción siempre ha sido un territorio difuso en el que se entrelazan percepciones, emociones y códigos sutiles que, muchas veces, escapan a la lógica. Aunque solemos asociarla únicamente al aspecto físico, la psicología ha estudiado cómo se construye este vínculo y ha identificado señales concretas que pueden responder a la eterna pregunta de si alguien siente atracción hacia nosotros.

Uno de los grandes hallazgos de estas investigaciones es que el atractivo no se limita a la apariencia. Lo que resulta atractivo o interesante para una persona puede no serlo para otra, lo que convierte al concepto en algo profundamente subjetivo. Aun así, existen patrones de comportamiento y elementos compartidos que ayudan a identificar si hay interés de por medio.

Los estudios demuestran que es mucho más fácil percibir la atracción en una interacción cara a cara que a través de fotografías o contactos digitales. Las sonrisas auténticas, la chispa en la mirada y la espontaneidad de los gestos transmiten mucho más que cualquier pose. En ese sentido, la naturalidad se convierte en el mejor indicador de interés, pues refleja comodidad y apertura hacia la otra persona.

Otro factor clave señalado por la psicología es la voz. El tono, la resonancia o incluso la forma particular de expresarse influyen considerablemente en la percepción del atractivo. Una voz puede resultar envolvente y despertar curiosidad, ya que transmite aspectos de la personalidad que no siempre quedan reflejados en lo físico. Prestar atención a cómo se modula el discurso puede ser una de las señales más claras de que existe un interés genuino.

Más allá de lo visual y lo auditivo, el olfato desempeña un papel determinante. El olor corporal, muchas veces imperceptible de manera consciente, proporciona información sobre el estado de ánimo, la salud e incluso la afinidad biológica entre dos personas. Cuando un aroma resulta agradable y genera bienestar, es probable que haya una conexión de atracción que va más allá de lo racional.

Por último, la psicología ha puesto el foco en un gesto aparentemente simple: los elogios. Los cumplidos espontáneos, que no persiguen necesariamente un trasfondo romántico ni un interés inmediato, son un signo fiable de atracción. Este tipo de palabras reflejan atención hacia los detalles y una valoración positiva de la persona, siendo un indicio claro de interés.