Psicología
La psicóloga María Esclapez lo aclara: cuándo está bien dar una segunda oportunidad a la relación
La experta recomienda reflexionar acerca de algunos aspectos importantes antes de tomar cualquier decisión
A lo largo de nuestra vida, podemos encontrarnos ante el dilema de decidir si es mejor terminar una relación para siempre o darle una segunda oportunidad. En este tipo de decisiones, no siempre hay una respuesta clara. De hecho, lo común es tener muchas dudas. Incluso después de tomar la decisión, estas dudas pueden persistir y es probable que nunca se esté completamente seguro de haber hecho lo correcto.
La psicóloga María Esclapez ha compartido con sus más de 450 mil seguidores una publicación en Instagram a modo de "guía" para facilitar este proceso que a menudo acarrea tanto malestar y cansancio emocional.
Para saber si la relación merece una segunda oportunidad, la psicóloga recomienda plantearse algunos aspectos importantes a través de preguntas concretas:
- Pensar en la razón de la ruptura. ¿Nos sigue molestando aquello por lo que se terminó la relación?
- Reflexionar acerca de los motivos por los que se retomaría la relación. ¿La decisión está motivada por el miedo a la soledad?, ¿quieres volver por qué echas de menos la costumbre de tener a esa persona cerca?, ¿quieres volver por evitar sentir el dolor que implica la pérdida?
- Observa y analiza la intención de los cambios o los cambios reales. ¿Tienes cambios reales ya?, ¿tienes alguna prueba real de que la relación haya cambiado?, ¿hay intención real de cambio en ti o en la otra persona?, ¿qué vais a hacer para que la relación sea distinta? Si tú pareja te dice que ya ha cambiado, observa si ha pasado el tiempo suficiente para que esos cambios se hayan podido trabajar y asentar bien.
- Piensa en los momentos vitales. ¿Estáis en el miso momento vital?, ¿buscáis lo mismo?, ¿esperáis lo mismo?
- Ten en cuenta las oportunidades que ya se han dado. ¿Es la segunda oportunidad o la decimotercera? la psicóloga hace hincapié en que no es lo mismo retomar la relación una vez que veinte.
- Profundiza acerca de tu deseo de volver. ¿Quieres volver por qué echas de menos a esa persona o por qué echas de menos a lo que tú te crees que es esa persona
En estos casos sí merece la pena dar una segunda oportunidad
Esclapez sostiene que si la respuesta a las preguntas anteriores son las siguientes, entonces sí merecería la pena intentarlo de nuevo:
- Si la razón de la ruptura ya no te afecta.
- Si los motivos por los que retomar la relación no tienen nada que ver con la costumbre, con la idealización de la otra persona ni con evitar el dolor de la ruptura.
- Si hay cambios reales o intención real de cambio.
- Si ha pasado un tiempo prudencial para la reflexión, el trabajo individual y el cambio.
- Si compartís el mismo momento vital.
- Si es la segunda oportunidad pero de verdad.
Esclapez hace hincapié en esta misma publicación que jamás debe darse una segunda oportunidad en un contexto de relaciones tóxicas, dependientes, de maltrato psicológico o físico.
Las fases de una relación
Conocer la fase en la que se encuentra la relación o se encontraba antes de romper, es crucial para mantener expectativas realistas y evitar exigencias, decepciones y frustraciones. Entender cómo funciona una relación requiere comprender que el amor es dinámico y se manifiesta de manera distinta en cada etapa.
Según explica la psicóloga, las relaciones de pareja pasan por 4 fases.
La primera fase es la atracción. En esta fase nos sentimos muy atraídos por la otra persona. Nos llama mucho la atención, queremos conocerla y pasar tiempo con ella.
La segunda fase es el enamoramiento. Una fase en la que todo es bonito. Empieza con el noviazgo y en ella, se establecen las bases de la relación aunque todavía es «muy líquida» según específica la experta. En este momento aún no es una relación sólida (eso viene más tarde). En esta etapa todo es perfecto y aparecen los mitos del amor romántico.
En esta segunda fase se corre el riesgo de llegar al fin de la relación. ¿Cuándo? Pues cuando la relación no nos encaja con los mitos de amor romántico que tenemos tan interiorizados. Inevitablemente llega la fase de desencanto.
En esta tercera fase de desencanto hay 3 caminos a elegir: pasar a la cuarta para construir una base sólida a base de comunicación, esfuerzo y sacrificio. Poner fin a la relación precisamente porque ya no hay enamoramiento y hay gente que no comprende una relación sin esta condición. O bien, insistir en algo que no funciona y quedarnos ahí de manera permanente sin descubrir lo que la psicóloga denomina «amor real o amor maduro» y motivando la llegada de la famosa toxicidad.
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