Salud

Cuando las palmas del niño se anaranjan

Un exceso de ingesta de carotenos puede ser perjudicial para la salud

Cuando las palmas del niño se anaranjan
Cuando las palmas del niño se anaranjanGtres

Hay personas a las que de manera inesperada les aparece una coloración naranja en las palmas de las manos y en las plantas de los pies. La carotenemia -que así se denomina este fenómeno- y puede afectar a cualquier persona.

Es más frecuente que la carotenemia se manifieste en niños de entre seis meses y tres años, es decir, aquellos que ya han iniciado y avanzado en la alimentación complementaria.

Algunos de estos alimentos que el niño empieza a consumir son ricos en carotenos. Los carotenos son pigmentos naturales que dan color a los alimentos y no comportan ningún riesgo, ya que se eliminan del organismo a través del sudor, de la orina o de las deposiciones. Pero, cuando se consumen en exceso determinados alimentos ricos en carotenos, pueden acumularse antes de su eliminación y pigmentar de un cierto color anaranjado la piel del niño.

Laura Sánchez, del área de Enfermería Pediátrica del Hospital Quirónsalud San José, sitúa la importancia de este síntoma en su justo punto: “Para establecer la gravedad de la situación hay que atender a los ojos del niño. Si la esclerótica del ojo (su parte blanca) está bien, se trata de un cuadro benigno. Si la esclerótica amarillea, el problema puede ser más grave y tratarse, por ejemplo, de ictericia, en cuyo caso hay que acudir de inmediato al pediatra. Pero el simple anaranjamiento de las manos no debe ser alarmante”.

Carotenemia

Los alimentos ricos en carotenos son algunas frutas (naranja, manzana, melocotón, albaricoque, fresa, ciruela, mango, papaya), algunas verduras (zanahoria, calabaza, tomate, pimiento, repollo, coles de Bruselas, brócoli, pepino, espárragos, acelga, espinaca, lechuga, escarola, boniato) y otros alimentos como el maíz o la yema de huevo.

En el caso de los niños que se encuentran en un momento de adaptación de su organismo a la alimentación variada del ser humano, puede que el proceso de transformación de los carotenos sea más lento de lo habitual. Eso no significa que haya ningún riesgo, pero sí es aconsejable reducir el consumo de alimentos ricos en carotenos hasta que la coloración desaparezca progresivamente.

“En realidad, -resume la enfermera del Hospital Quirónsalud San José- se trata de una llamada de atención muy útil sobre la necesidad de que los niños disfruten de una dieta rica y variada en colores, olores y texturas”.

Una recomendación, que debe hacerse también extensiva a los mayores.