Castro Urdiales
La mujer asesinada en Castro Urdiales por sus hijos adoptivos estaba maniatada y con una bolsa en la cabeza dentro de su coche
La Fiscalía de Menores pide 6 meses de internamiento para el menor de 15 años
Había pasado lo peor de la pandemia y, por fin, pudieron celebrar la comunión del pequeño E. Era la primavera de 2020 y todos posaban juntos para la foto en la iglesia donde se celebró la eucaristía: Santa María de la Asunción de Castro Urdiales (Cantabria). No era la parroquia donde la madre daba catequesis. Silvia López, nacida en Barakaldo (Vizcaya) hace 48 años, trabajaba como celadora en el Hospital Universitario de Cruces, era muy religiosa y había decidido educar en la fe cristiana a E. y a J., los dos niños que adoptó de un país del Este hace muchos años junto a su marido.
Los niños llegaron a España de pequeños y estaban perfectamente integrados en la localidad cántabra, tanto en el colegio como en su barrio, la urbanización Paraíso X, de la calle Monte Cerredo. Por eso todos estaban esta mañana consternados tras conocer los detalles de un suceso que ha conmocionado a España.
Por causas que investiga la Guardia Civil –al parecer los menores no habrían explicado el detonante del crimen– los chicos, de 13 y 15 años, comenzaron la tarde del miércoles una discusión con su madre en el interior de la vivienda, ya que ésta se encontraba revuelta, según fuentes de la investigación. Después, Silvia y los niños se trasladaron al coche y fue allí donde, creen los investigadores se produjo el crimen.
Aunque la investigación todavía es muy incipiente, creen que fue J., el mayor, quien habría agredido a su madre –sentada en el asiento del conductor y ellos detrás– con un objeto punzante en el cuello. Luego la trasladaron a los asientos traseros y dejaron el freno de mano suelto, por lo que el vehículo quedó golpeado contra la pared. Le pusieron una bolsa en la cabeza y la maniataron. Puede que trataran de simular un secuestro y que ellos, incluso también estaban siendo secuestrados, aunque finalmente confesarían el crimen. Pero con ésas se marcharon de casa y contactaron con su abuela (ellos llamaron o ella llamó y ellos cogieron el teléfono; en cualquier caso, hablaron). Le dieron explicaciones algo ambiguas pero vinieron a decir que estaban secuestrados. Fue la mujer, la madre de Silvia, quien dio la voz de alarma.
Al trasladarse al domicilio familiar, la Guardia Civil se encontró en el garaje la escena. A los investigadores les llamó la atención la brutalidad del homicidio y que la mujer, además de amordazada, se encontraba sin alguna prenda de ropa, además de con la cabeza cubierta con bolsas.
Eran cerca de las 21:00 horas y los menores entonces se encontraban desaparecidos, por lo que las Fuerzas de Seguridad montaron un amplio dispositivo para encontrarlos, ya que se desconocía qué había pasado y se trataba de dos niños desaparecidos. Montaron una especie de «operación jaula» y todos los coches que trataban de salir de la localidad eran registrados hasta el punto de ordenar abrir los maleteros por si había realmente unos niños secuestrados en el interior.
Sin embargo, la opción del secuestro fue perdieron peso y pronto creyeron que eran ellos quienes podrían estar detrás de la autoría del crimen. Finalmente fueron detenidos en torno a las 2:15 horas de la madrugada de ayer en un parque de la zona de Cotolino de la misma localidad cántabra. Uno de ellos se encontraba en una zona de acantilados y el otro trató de escapar pero fue arrestado a los pocos minutos en una zona boscosa.
Aunque en un primer momento se pudo pensar que se trataba de un caso de violencia de género, enseguida se dieron cuenta de que estaban ante un parricidio. De hecho, el marido de la mujer se encontraba trabajando en el momento de los hechos, ya que el terrible suceso se habría producido la tarde del miércoles.
Al parece, el menor de 13 años, que es inimputable, se encuentra en un centro de menores y solo podrán tomar declaración al de 15 quien podría ser el autor material del crimen. De hecho, aún está por determinar el papel del menor en todo el crimen porque todo apunta a que fuese solo un colaborador a las órdenes de su hermano mayor, según las mismas fuentes.
Los familiares y amigos de Silvia se encontraban hoy en shock. Los servicios sociales del Ayuntamiento de Castro Urdiales no tienen constancia de alguna denuncia relacionada con los dos hermanos, que estudiaban en un colegio de su barrio, «no eran conflictivos» y tenían un expediente académico «excelente», según dijo muy emocionada la alcaldesa del municipio, Susana Herrán.
La Fiscalía de Menores de Cantabria ha solicitado esta tarde internamiento en un centro de reforma, en régimen cerrado y durante seis meses, para el chico de 15 años detenido por la muerte de su madre en Castro Urdiales, al considerar que hay indicios de que fue autor de un delito de asesinatoLa Fisca.
Así lo ha solicitado el ministerio público al Juzgado de Guardia, en funciones de Juzgado de Menores, a cuya disposición ha puesto al investigado, según han informado a Europa Press fuentes de la Fiscalía.
Su hermano, de 13 años -que también estaría involucrado en los hechos pero que es inimputable al tener menos de catorce- ha ingresado en un centro de protección de menores, por indicación del fiscal.
De su lado, tras tomar declaración al de 15 años y después de haber examinado el informe emitido por el equipo técnico adscrito al Juzgado de Menores, la Fiscalía lo ha puesto a disposición del magistrado de guardia, solicitando su internamiento en un centro de reforma durante seis meses.
El cuerpo sin vida de la mujer, de 48 año, vizcaína y residente en Castro Urdiales, apareció sobre las 20.45 horas del miércoles con signos de violencia y amordazada dentro de un coche en la calle Monte Cerredo donde vivía.
Desde el primer momento se descartó un delito de violencia de género y se desplegó un dispositivo de búsqueda para localizar a ambos menores, lo que ocurrió pasadas las dos de la mañana en el Parque Cotolino de la localidad.
La Guardia Civil detuvo al mayor de ellos, como presunto autor de la muerte, y los dos pasaron a disposición de la Fiscalía de Menores. Por ahora no constan denuncias previas que tuvieran relación con lo ocurrido.
✕
Accede a tu cuenta para comentar