Tráfico

«Efecto 90», el arma de la DGT contra la siniestralidad

La única medida aprobada por el Gobierno en seguridad vial provoca una caída sin precedentes de accidentes: un 23% menos de muertos en vías convencionales.

En enero de 2019 se bajó a 90 km/h el límite de velocidad en vías convencionales.
En enero de 2019 se bajó a 90 km/h el límite de velocidad en vías convencionales.larazon

La única medida aprobada por el Gobierno en seguridad vial provoca una caída sin precedentes de accidentes: un 23% menos de muertos en vías convencionales.

En seguridad vial, levantar el pie del acelerador para circular 10 km/h más despacio no es nada pero puede ser el todo en una estrategia para combatir la siniestralidad en España. Y esto es lo que ha ocurrido precisamente. La reducción desde el mes de enero de 100 a 90 km/h el límite de velocidad en las carreteras convencionales, aquellas que tienen un solo carril por cada sentido de circulación y que acaparan el 70 por ciento de los siniestros en carretera, se ha convertido ya en «la medida» o en el «arma secreta» del director general de Tráfico, Pere Navarro. Ayer se pudo constatar precisamente, por el balance de tráfico del verano que dio a conocer el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que confirmaba que el «efecto 90» funciona incluso mejor de lo que se pensaba. Y es que el aumento de la accidentalidad que se estaba produciendo ha cambiado de tendencia hasta alcanzar un mínimo sin precedentes durante el verano de 2019. En total, 220 personas han fallecido en las carreteras españolas durante los meses de julio y agosto, 40 menos que el año anterior. El dato es similar al mínimo histórico conseguido en verano de 2014, en el que se registraron también 220 fallecidos, pero ese año hubo 78,9 millones de desplazamientos, 12,6 millones menos que los registrados este verano. Los datos suponen una reducción del 14% de accidentes mortales, un 15% menos de fallecidos y un 10% menos de heridos hospitalizados. En las carreteras convencionales, aquellas en las que se rebajó a 90 el límite de velocidad, es precisamente en las que se ha apreciado una mayor bajada de fallecidos. Ha sido del 23 por ciento, la menor de la serie histórica y la mitad de los que se registraron en 2009. No obstante, pese a este descenso, estas vías siguen siendo las que mayor número de víctimas registran (70% frente al 30% de muertos en autopistas y autovías).

Un informe de Pons Seguridad vial ya advertía en 2015 de que bajar a 90 km/h el límite en este tipo de vías reduciría un 20% los fallecidos en accidente de tráfico de manera automática. Incluso se tildaba de «obsoleto» el límite de 100 km/h en carreteras convencionales, que se implantó en el Reglamento General de Circulación del año 1992, con una red de autopistas y autovías inferior a la actual. El autor del informe, Ramón Ledesma, ayer confirmaba que la reducción de velocidad de 100 a 90 es la medida que ha invertido la tendencia, «la única aprobada por este Gobierno trasversal a toda la circulación» que ya intentaron aplicar otros directores de la DGT sin éxito. No obstante, tanto el ministro del Interior como el director general de Tráfico hacían hincapié en el hecho de que los nuevos 300 agentes de la Agrupación General de Tráfico, los 28 nuevos radares y los tres drones multones además del ligero incremento de los controles de alcoholemia han contribuido también a propiciar este bajón.

Los usuarios de moto y de bicicleta son los únicos colectivos que han aumentado su siniestralidad este verano. Se han contabilizado 67 fallecidos, 7 más que el año anterior. Según la DGT, de los accidentes de motos de estos dos meses se deduce que «cuando el motorista muere por colisión con otro vehículo, uno de cada dos fallecimientos fueron causados por la infracción del conductor del automóvil». Mientras, la distracción sigue siendo el gran agujero negro del tráfico en España (47%).