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Un clan de la droga, sospechoso del crimen de Sandra y su hija

Las víctimas fueron enterradas en sosa caústica para acelerar la descomposición

Sandra Capitán y su hija
Sandra Capitán y su hijalarazon

La desaparición de la sevillana Sandra Capitán, su pareja, Mehmet, y su hija, Lucía, en parardero desconocido desde el pasado 17 de septiembre, parece a punto de resolverse con el peor de los desenlaces.

Los cuerpos sin vida de Sandra Capitán, su hija Lucía, de seis años, y el de su pareja, un hombre turco de 55 años llamado Mehmet Demir, fueron rescatados ayer por la Guardia Civil y miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME). Fue necesaria la intervención de los militares porque estaban enterrados bajo una capa de hormigón a dos metros bajo tierra de una casa de Dos Hermanas (Sevilla). Posteriormente, fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal de Sevilla (IML), donde se les practicó la autopsia para determinar las causas de la muerte. Aunque el caso está bajo secreto de sumario, al parecer fueron asesinados primero y después enterrados tras ser rociados con sosa caústica para acelerar la descomposición de los cadáveres.

El móvil del crimen todavía no se ha revelado, pero todo parece indicar que se trata de un ajuste de cuentas relacionado con el narcotráfico. La pareja de Sandra, Mehmet Demir –cuyo nombre real es Yilmaz Gilmaz– era un turco dedicado al narcotráfico que pasó 30 años de su vida en varias cárceles de Europa. Casado con la hermana de Urfi Certinkaya, un conocido capo de la mafia turca de la heroína, trabajaba a las órdenes de su cuñado. «Era su jefe de guerra», reveló a LA RAZÓN su abogado y amigo, César Gómez. «El 70% de la heroína que circula por Europa y la ruta de los Balcanes la controla Certinkaya», añade.

En su última estancia en la cárcel, tras ser detenido en un control en París, Mehmet es trasladado a la prisión española de Soto del Real y tras ser liberado se establece en Chipiona. Allí, al parecer, inició una relación de negocios con Francisco Verdún, un conocido narcotraficante que estuvo vinculado a la Operación Pitón, por la que cayó una de la bandas más importentes de tráfico de hachís en España. A Sandra, según el abogado, la conoció en el Polígono Sur de Sevilla, una barriada conocida por albergar clanes de narcotraficantes, donde operaba Mehmet y del que procedían Sandra y su hija. Tras algunos meses de relación y con un hijo en camino se mudaron al barrio sevillano de Bellavista y allí, el 16 de septiembre, se les perdió de vista. Los primeros inidicios apuntaron a un secuestro ya que la freidora estaba encendida y los efectos personales estaban todos en el piso. De hecho, César Gómez reconoce que Urfi Certinkaya estaba dispuesto a pagar una importante suma de dinero para rescatar a su cuñado. Pero «alguien de confianza se los llevó y los engañó para después matarlos y enterrarlos en el piso de Dos Hermanas». El abogado del turco apunta como posibles culpables a varios integrantes de un conocido clan del barrio de las 3.000 viviendas que «debían dinero a Mehmet.... A Sandra la mataron porque sabía todo y lo que no me cuadra es lo de la niña, no suelen actuar así».

El sábado la Policía detuvo en un punto no concretado de la provincia de Sevilla a tres ciudadanos españoles, uno de los cuales dio el soplo de la ubicación de los tres cuerpos. A lo largo del día de hoy pasarán a disposición judicial y según revelaron fuentes policiales no se descartan nuevas detenciones.