España y Bélgica incautan el 60% de cocaína de la UE: "La competencia está impulsando la violencia y los homicidios"

Según los últimos datos del Portal Estadístico del SNS del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, en 2024 el 2,5 % de la población española de entre 15 y 64 años reconoció haber consumido cocaína en los últimos doce meses, con un 3,7 % de hombres y un 1,3 % de mujeres. El escritor David López, que ha escrito un ensayo llamado '¿Una rayita?' sobre este tema, explica los motivos de este alto consumo: "La razón son las sensaciones que produce. La euforia, ese sentirte bien, esa vida extra que te da si la tomas por la noche, ese ritual y ese desfase que tiene... Es muy simbólica de la sociedad en la que vivimos, acosados como estamos de incertidumbre, agotamiento, productividad... es evasión".

Esta droga no llega por arte de magia para ser consumida, sino que detrás hay una amplia red de tráfico. Para entender y atajar este problema, la Agencia de la UE sobre Drogas (EUDA) ha compartido su informe anual. En él destaca el trabajo de España y Bélgica contra esta droga, ya que entre ambas incautan el 60% de la cocaína que circula por los países europeos. Este tráfico ha aumentado por séptimo año consecutivo. El informe altera sobre la situación: "La disponibilidad sigue siendo alta y la preocupación cada vez mayor", en relación a los riesgos para la salud de como al impulso de los delitos vinculados a la "violencia de las bandas y los homicidios".

Esta es la cantidad total incautada en Europa

Los Estados miembros de la UE incautaron cantidades nunca antes alcanzadas de cocaína, que ascendieron a 419 toneladas en 2023, frente a 323 toneladas en 2022. Bélgica está a la cabeza con 123 toneladas mientras que España es la segunda con más incautaciones con 118 toneladas, ya que tres de cada cinco toneladas son intervenidas en algunos de estos dos países, seguido luego a mucha distancia del tercero, Países Bajos (59 toneladas).

El informe de 2025 de la agencia europea, compartido por Europa Press, destaca el verdadero significado de las incautaciones: "Ponen de relieve su papel como puntos de entrada clave para el tráfico de cocaína con destino a Europa". No obstante, no todo se concentra en estos países. La UE advierte que los datos preliminares de 2024 "sugieren que la situación está cambiando": se están utilizando también otros países como puntos de entrada, entre ellos, Alemania (43 toneladas), Francia (23 toneladas) y Portugal (22 toneladas).

Los puertos, el mayor punto de entrada

La Policía Nacional y Vigilancia Aduanera intervinieron el pasado mes de octubre 13 toneladas de cocaína en un contenedor llegado al puerto de Algeciras(Cádiz). La droga venía oculta entre plátanos en un contenedor que viajaba desde Ecuador. Esta incautación fue "la mayor de su historia en un solo cargamento". Sobre esta operación habla el informe: "Las grandes incautaciones en los puertos europeos ponen de manifiesto cómo los traficantes de drogas ilícitas siguen explotando las cadenas comerciales de suministro".

La cocaína es la droga estimulante ilícita más consumida en Europa, con una cifra que asciende a unos 4,6 millones de personas adultas europeas (de 15 a 64 años) que la han consumido en el último año. "La preocupación es cada vez mayor en torno a sus efectos negativos en la salud pública", apunta EUDA. Como se menciona anteriormente, el porcentaje de consumo en España es muy significativo. Para luchar contra esta lacra, el informe de la agencia se sugiere "aumentar la resiliencia contra el tráfico de drogas y la infiltración delictiva", todo ello en el marco de la hoja de ruta de la UE para la lucha contra el tráfico de drogas en su combinación con la delincuencia organizada.

El año pasado, tras la primera conferencia europea sobre el tema, la EUDA hizo un llamamiento a la acción para acabar con el ciclo de la violencia relacionada con las drogas: "Esto puso de relieve la urgente necesidad de colaborar a nivel intersectorial para garantizar una Europa más segura y protegida", recuerda. En el nuevo informe lanza un nuevo aviso: "La competencia dentro del mercado de las drogas ilícitas está impulsando los delitos relacionados con la cocaína, incluida la violencia relacionada con las bandas y los homicidios".

El foco está en la evolución del mercado

La evolución del mercado del cannabis plantea para la EUDA "nuevos retos" para la forma en que los países reaccionan ante la droga ilícita más consumida en Europa: el informe calcula que 24 millones de personas adultas europeas (de 15 a 64 años) han consumido cannabis en el último año.

El informe también se moja sobre las nuevas legislaciones a nivel político. Algunos países miembros de la UE como por ejemplo Alemania, Luxemburgo, Malta y Países Bajos han modificado su enfoque o tienen previsto cambiar para incorporar nuevos reglamentos relativos al cultivo doméstico, los clubes de cultivo sin ánimo de lucro y el consumo privado de cannabis. Ante ello, el informe solicita prudencia: "La EUDA subraya la necesidad de supervisar y evaluar estas novedades para comprender plenamente su efecto en la salud pública, la seguridad y el mercado interior".

Por último, este estudio resalta el aumento de la disponibilidad de catinonas sintéticas, "algo que se refleja en importaciones e incautaciones sin precedentes". Se trata de estimulantes sintéticos, químicamente similares a la catinona, el principio activo del 'khat'. En su mayoría, se introdujeron con un bajo número de importaciones, pero a gran escala, que procedían de la India, y principalmente a través de los Países Bajos.

No solo la cocaína es un problema. Como explica el informe, un total de 88 nuevos opioides sintéticos han aparecido en el mercado europeo desde 2009. Además sus propiedades las hace muy dañinas: "Suelen ser muy potentes, por lo que entrañan riesgos de intoxicación y muerte", informa la EUDA, que estima que en 2023 se produjeron 7.500 muertes inducidas por drogas (frente a unas 7.100 en 2022), principalmente relacionadas con opioides mezclados con otras sustancias como la heroína. El impacto más relevante tiene lugar en los países bálticos pese a que en Bélgica y España es donde se producen un mayor número de incautaciones.