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Salud mental
Vivimos en una era de distracciones constantes. El móvil, las redes sociales y la inmediatez nos han acostumbrado a un mundo donde todo pasa rápido y pocos se detienen a observar. Sin embargo, levantar la mirada y prestar atención a los detalles que nos rodean hará que nuestra forma de vivir cambie. La observación consciente nos permite disfrutar más del presente, aspecto que tiene un impacto positivo en nuestra salud mental.
Estudios han demostrado que practicar la atención plena (mindfulness) y desarrollar la capacidad de observación reduce el estrés, mejora la concentración y nos ayuda a conectar mejor con los demás. Mirar con atención nos hace más empáticos, nos permite descubrir la esencia de las personas y valorar lo que las hace únicas. Como dice Enrique Rojas: "Saber mirar es saber amar", una afirmación que ha compartido con sus seguidores en su cuenta de instagram (@enriquerojasoficial):
El psiquiatra Enrique Rojas distingue tres tipos de miradas que definen nuestra forma de ver el mundo y afrontar la vida:
La mirada corta (shorter vision): el cortoplacismo: Es la visión limitada al aquí y al ahora. Quienes solo ven el presente inmediato pueden caer en decisiones impulsivas o en la falta de planificación. Esta mirada nos impide analizar las consecuencias a largo plazo y puede generar estrés e insatisfacción.
La mirada larga (longer vision): una visión más amplia: Implica pensar más allá del presente, planificar el futuro y entender que nuestras acciones de hoy tienen repercusiones mañana. Esta visión permite construir proyectos sólidos, establecer objetivos a mediano y largo plazo y tomar decisiones con mayor madurez.
La mirada en perspectiva: la sabiduría psicológica: También conocida como "visión del águila", esta mirada nos permite observar la vida con perspectiva, relativizar los problemas y desdramatizar las situaciones difíciles. Aprender a ver las cosas desde una óptica más amplia ayuda a reducir la ansiedad, mejorar la resiliencia y encontrar equilibrio emocional.
Desarrollar una mirada más profunda y consciente nos ayuda a vivir con mayor plenitud. Para lograrlo, podemos:
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