Naturaleza

La Eurocámara rebaja la protección del lobo

Pasará de estar «estrictamente protegido» a «protegido»

El PP da por hecho que los lobos al sur del Duero podrán cazarse cuando el cambio en la Directiva Hábitats sea efectivo
El PP da por hecho que los lobos al sur del Duero podrán cazarse cuando el cambio en la Directiva Hábitats sea efectivoEuropa Press

El Parlamento Europeo aprobó este jueves rebajar el nivel de protección del lobo, reduciéndolo desde «estrictamente protegido» a «protegido». La Eurocámara dio luz verde a esta modificación que supone adaptar el estatuto de protección al Convenio de Berna por 371 votos a favor, 162 en contra y 37 abstenciones.

Precisamente la modificación del Convenio de Berna a través del Consejo de Europa fue aprobada en diciembre del año pasado a petición de la Unión Europea. El Ejecutivo comunitario ha sido durante estos dos últimos años la institución responsable de lanzar este debate, al entender que los constantes ataques de los lobos contra el ganado europeo hacían necesaria mayor flexibilidad.

Actualmente, Bruselas calcula que hay más de 20.000 lobos en Europa, y que sus poblaciones y áreas de distribución están en aumento.

De hecho, este cambio en la legislación europea ha sido interpretada casi como una batalla personal de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien en el año 2022 vio cómo Dolly, su poney favorito, sufrió el ataque de un lobo y acabó muriendo. Fue en 2023 cuando Bruselas propuso por primera vez el cambio sobre la protección de este depredador. La iniciativa del Ejecutivo comunitario ya contó hace unos meses con la luz verde de las capitales europeas, si bien España e Irlanda votaron en contra mientras Bélgica, Chipre, Eslovenia y Malta se decantaron por la abstención.

Según el Convenio de Berna, las especies «estrictamente protegidas» no permiten la captura, posesión o muerte intencionadas. En el caso de que esta protección baje un escalón, se prohíbe «la utilización de medios no selectivos de captura o muerte que puedan ocasionar la desaparición o perturbar seriamente la tranquilidad de la especie».

Según explica la Eurocámara en un comunicado, «los Estados miembros tendrán ahora una mayor flexibilidad en la gestión de sus poblaciones de lobos en la UE para mejorar la coexistencia con los seres humanos y minimizar el impacto del crecimiento de la población de lobos en la UE. También estarán en mejores condiciones de adoptar medidas adaptadas a las circunstancias regionales particulares. Los Estados miembros deben seguir garantizando el estado de conservación favorable del lobo y pueden mantener a la especie bajo el estatuto de estrictamente protegida en la legislación nacional, e imponer medidas más estrictas para su protección».

Ahora las capitales europeas deben formalizar su apoyo a este cambio y los Estados miembros tendrán 18 meses para adaptar esta legislación a su ordenamiento interno.

Las organizaciones a favor del medio ambiente se han mostrado en contra de este paso. «Reducir la protección del lobo es una maniobra política disfrazada: ignora la ciencia, fomenta la división y pone en peligro uno de los mayores logros de conservación de Europa. En un momento en que debemos impulsar la naturaleza europea –nuestra mejor aliada contra las crisis climática, de biodiversidad y de contaminación–, algunos responsables políticos están desperdiciando tiempo y energía en guerras contra nuestras frágiles especies y ecosistemas. Los líderes europeos deben cumplir con su deber con la ciudadanía defendiendo la naturaleza, no sacrificándola por réditos políticos», aseguró en un comunicado una coalición de ONG formada por WWF, BirdLife Europe, ClientEarth y the European Environmental Bureau.

La misma coalición recordó que, en el pasado, la UE había rechazado la propuesta de rebajar la protección del lobo al considerar que no estaba avalada por las evidencias científicas.

«Para nosotros, formalmente, no cambia nada, es decir, que al final la obligación es que se trata de una especie protegida y hay que alcanzar el estado de conservación favorable», señaló en declaraciones a Ep el coordinador de conservación de WWF, Luis Suárez.

Así, incidió en que lo que espera la organización es que las administraciones pongan en marcha medidas encaminadas a incrementar las poblaciones de lobos y no a controlarlas, «incluyendo aquellas que ya no tienen a la especie tan protegida».

Sobre la votación en Bruselas, lamentó que «se cumpla con lo esperado» y se haya votado a favor de la propuesta de la Comisión Europea para rebajar el estatus de protección del lobo, algo que cree que va en contra del criterio científico y que pone en riesgo los trabajos en pro de la recuperación de la especie.