Eutanasia

Eutanasia electoral

El PSOE ha abierto de nuevo el debate con una proposición de ley «oportunista». ¿Por qué no la ha legalizado cuando ha gobernado? «Ahora busca erigirse en líder de la izquierda impulsando medidas radicales», dicen los expertos

Eutanasia electoral
Eutanasia electorallarazon

El PSOE ha abierto de nuevo el debate con una proposición de ley «oportunista». ¿Por qué no la ha legalizado cuando ha gobernado? «Ahora busca erigirse en líder de la izquierda impulsando medidas radicales», dicen los expertos.

La eutanasia ha vuelto a colarse en el debate público. La reciente proposición de ley del PSOE para legalizar esta práctica llega en un momento delicado, cuando todavía resuenan los ecos de casos tan dramáticos como el del niño británico Alfie Evans –que fue desconectado del soporte vital sin consentimiento de sus padres– o el de David Goodall, el científico que solicitó el suicidio asistido por hastío vital a sus 104 años.

Los socialistas dicen que pretenden dar una «respuesta jurídica, sistemática, equilibrada y garantista, a una demanda de la sociedad actual, como es la eutanasia». En efecto, y si se atiende al último informe de Metroscopia, relativo al año pasado, el 84% de los españoles estaría de acuerdo en apoyar «la muerte digna». La pregunta que se lanzó a los encuestados fue la siguiente: «¿Debería tener derecho un enfermo incurable a que los médicos le proporcionaran algún producto para poner fin a su vida sin dolor?». Prácticamente la totalidad de los españoles estaría a favor, incluso entre los católicos practicantes hay cierto consenso: un 56% respondió «sí».

La legalización de la eutanasia ha sido una petición frecuente entre los partidos de izquierdas desde 1994. Pero no ha estado entre las prioridades del PSOE cuando ha estado en el Gobierno, pese a que en 2004 Zapatero prometió que la legalizaría si ganaba las elecciones. Según el ex ministro socialista de Sanidad Julián García Vargas «entonces, el debate estaba contaminado por el caso de las sedaciones del doctor Montes en el Hospital Severo Ochoa de Madrid». Ahora, que este caso está resuelto, «es un buen momento para volver a plantearlo».

Lo que ocurre es que entre los posibles socios de los socialistas cunde el enfado. Tachan su propuesta de ley de electoralista: ¿Por qué se abstuvieron en la votación de la ley de la eutanasia que presentó el año pasado Unidos Podemos si la suya está planteada en términos similares?, se preguntan. De momento, mañana la Cámara Baja votará la propuesta del Parlament de Cataluña para modificar el artículo 143 del Código Penal para que queden exentos de responsabilidad los que «de manera indirecta o cooperante ayuden a morir de manera segura, pacífica, y sin dolor» a otra persona que lo pida de forma «expresa, libre e inequívoca». En este sentido, mencionan un estudio realizado por «The Economist» en el que situaba el apoyo de España a la eutanasia en un 78%.

No obstante, para el experto en bioética José Miguel Serrano las encuestas están equivocadas: «Cuando se explica en realidad lo que supone la eutanasia no salen esos resultados». Si lo fueran, ¿por qué no se ha conseguido legislar sobre ella en nuestro país? Serrano destaca que en las regiones donde ha liderado tradicionalmente el PSOE, el segmento de población de más edad –los que serían más beneficiarios de está práctica–, tiene mucho peso y entre ellos cunde la negativa. «Ahora se entiende que ser progresista es ser eutanásico y el PSOE quiere erigirse en líder de la izquierda defendiendo posiciones radicales cuando antes su postura era más transversal».

En la misma línea se muestra el abogado jurídico-sanitario Julio Sánchez Fierro: «Las opiniones de la sociedad sobre la eutanasia dependen mucho del estrato de edad que estemos contemplando. No es lo mismo entre personas mayores que entre las jóvenes, que ven la muerte como algo mas lejano». Y alienta a los partidos estudiar con más profundidad un problema que sufre más gente: la mejora de los cuidados paliativos en la sanidad española.

En España mueren a 420.000 personas al año y entre ellas, 8.000 y 16.000 solicitarían la eutanasia, según las previsiones que hace la Asociación Derecho a Morir Dignamente extrapolando los datos de Holanda y Bélgica, donde la eutanasia está legalizada en términos parecidos a los que proponen los socialistas. Y según la Organización Médica Colegial, alrededor de 60.000 enfermos mueren al año con un sufrimiento perfectamente evitable con cuidados paliativos.

Ciertamente, y como recuerda el ex presidente de la Comisión de Sanidad en el Congreso, Mario Mingo, la eutanasia no se legisla porque «es un problema que no existe». Recuerda que los cuidados paliativos están perfectamente regulados y que lo que reclaman desde el Consejo de Médicos es que se desarrollen estas unidades en todas las comunidades autónomas y que se amplíen en número. Exigen, además, que haya una especialidad médica oficial para el cuidado a estos enfermos. «El PSOE siempre ha estado en la misma línea, pero en España la situación está francamente bien, no es necesaria ningún tipo de modificación legislativa», considera.

Tampoco la ley de «muerte digna» de Ciudadanos, que se encuentra en trámites y que logró el consenso de casi todos los grupos. Esta propuesta limita la «obstinación terapéutica» y establece la «sedación paliativa» y la «sedación en fase de agonía», definida para «la fase final del proceso de vida del paciente en situación terminal o de agonía, con intención de alcanzar niveles de sedación profunda, hasta alcanzar una ausencia de respuesta a estímulos dolorosos». Sin embargo, Mingo considera que la «sedación ya está perfectamente regulada» y que la mayor parte de las personas en fase de agonía que lo requieren «se les facilita». Recuerda que los médicos lo que quieren es «cuidar el paciente, no que haya ensañamiento terapeútico».