Tabaquismo
Fagerström, experto en tabaquismo: "Podremos liberar al mundo del cigarrillo; pero de la nicotina es otra cosa"
El especialista pronostica el futuro de la industria: "Seguirán en el negocio, pero será más pequeño y tendrá productos menos dañinos"
El psicólogo sueco y uno de los especialistas mundiales más importantes de la lucha contra el tabaquismo Karl Fagerström cree que el objetivo de vivir en un mundo sin cigarrillos es posible, pero no tanto hacerlo en uno sin nicotina o sin otro tipo de productos de tabaco como el cigarrillo electrónico, los parches y chicles de nicotina o el tabaco calentado y el snus.
"Creo que podremos liberar al mundo de los cigarrillos, pero si podremos liberar al mundo de la nicotina eso ya es otra cosa. la nicotina en forma de tabaco ha sido una droga culturalmente presente en nuestra historia y deshacernos de ella sería como pensar en deshacernos de la cafeína o el alcohol. No sería nada fácil", ha explicado el experto en una entrevista a Ep con motivo de su presencia en el 25 Congreso nacional de patología dual que se ha celebrado hasta este sábado en Sevilla, organizado por la Sociedad Española de patología Dual (SEPD).
Es por ello, explicó Fagerström, que el escenario razonable para el futuro es que "seguirá habiendo un importante número de personas que estén consumiendo nicotina" y que uno de los objetivos claves para la salud pública es que puedan consumirla mediante "formas más seguras", "menos dañinas para su salud".
Además, ha aprovechado para lanzar un mensaje a la Organización Mundial de la Salud (OMS), que fijará previsiblemente este noviembre su estrategia en la lucha contra el tabaquismo, apuntando a que apostar por una política de equiparación de todos los productos de nicotina o tabaco independientemente de su grado de daño a la salud tiene "consecuencias": "Perderemos vidas cada año".
"En Suecia se ha calculado que si la UE tuviera los mismos hábitos de fumar que los hombres y mujeres suecos, habríamos salvado 360.000 vidas al año. Así que no querer hacer nada más que dar consejos para que la gente deje de fumar tiene un precio", sentenció.
Fagerström -premiado por la OMS en su lucha contra el tabaco- resaltó el esfuerzo de la organización creando la conferencia mundial sobre el control del tabaco, pero precisó que "por desgracia, el descenso del nivel de fumadores nova muy rápido" en porcentaje y en términos generales "no va bajando en absoluto", porque cada vez hay más personas habitando el planeta.
"Así que la realidad es que hoy hay más fumadores que hace diez años. Yo personalmente creo que esto podría caer mucho más rápido si la OMD y los países estuvieran haciendo más contra los cigarrillos. los cigarrillos todavía se venden más o menos tan abiertamente como lo hacían hace 50 o75 años, mientras que los productos que realmente podrían ser sustitutos de los cigarrillos han sido prohibidos, por ejemplo, el snus en la UE", argumentó.
Las mejores alternativas
El experto repasó todos los productos que considera "menos dañinos" que el cigarrillo de combustión -los chicles y parches de nicotina, el cigarrillo electrónico, el snus y el tabaco calentado- y se mostró convencido de que hay que poder usar todos estos caminos intermedios. "Los cigarrillos electrónicos no necesariamente son completamente saludables, pero hay mucha menos absorción de tóxicos que con los cigarrillos convencionales", resaltó.
Para este psicólogo, con casi 50 años en el mundo de la lucha contra el tabaquismo, el discurso de quienes se oponen por sistema al uso de estos nuevos productos "es extraño", y tiene mas que ver con el rechazo hacia la industria tabaquera. "¿Por que no podemos aceptar reducción de daños en este área tanto como lo hacemos en muchas otras? Los cinturones de seguridad, por ejemplo, en los coches; los cascos en las motos o las drogas", reflexionó.
"Está bastante claro que si comparas algo que quemas como el tabaco del cigarrillo puedes detectar alrededor de 7.000 sustancias diferentes, de las cuales entre 60 y 70 están clasificadas como cancerígenos. Alternativas de nicotina como el snus, por ejemplo, contienen algunos metales pesados o nitrosos, pero en niveles mucho más bajos, y solo un par de ellos tienen efectos potencialmente cancerígenos. Así que es claro que hay productos menos dañinos", aseguró.
De esta forma, considera que esta posición "no es muy eficiente, pero sí tiene un efecto", el de no salvar todas las vidas que se podrían salvar: "Tenemos que tener en cuenta que estamos hablando de dependencia. No es como si cambiaras de tipo de pan. Detener el uso del tabaco en general es muy difícil. Los adictos a drogas, que normalmente fuman, dice que es tan difícil como dejar los opioides o la cocaína"·, dijo.
"Por tanto, necesitamos más que el ''déjalo o muere". y eso es, por ejemplo, intentar que la gente lo deje, que por supuesto es lo mejor, pero, si no, ayudarles a dar un paso hacia productos menos dañinos. Si no, perderemos vidas cada año", lamentó.
Por todo ello, Fagerström cree que es necesario "un nuevo sistema regulatorio" basado en la proporcionalidad de impuestos en función al daño que producen a la salud. Similar, explicó, al que se aplica en Escandinavia con el alcohol: "así que el sistema de impuestos, la disponibilidad, o la manera en que estos productos pueden ser anunciados está relacionada con el potencial daño. Lo mismo, reo, debería ser el tabaco. Así tendrías un catálogo de productos desde los más dañinos hasta los menos dañinos, regulados acorde al daño que provocan, lo que significa que el cigarrillo debería ser tratado mucho menos bien que ahora".
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