Colleen Crowley y su familia decidieron dejar atrás su vida en Montecito, California, un enclave exclusivo del condado de Santa Bárbara, para mudarse a San Sebastián. Aunque Montecito era considerado un lugar maravilloso para criar una familia, Crowley sentía que era "quizás demasiado maravilloso" y limitado. La pandemia y el trabajo remoto facilitaron la mudanza, permitiéndoles buscar una vida más equilibrada y conectada con la naturaleza, según informó para CNN.

En San Sebastián, la familia encontró la combinación perfecta de naturaleza, comunidad y nuevas oportunidades. Se instalaron en una casa con vistas al mar y a la ciudad, una de las pocas de ese tipo en la zona. La adaptación incluyó actividades al aire libre como el Camino de Santiago, surf en Francia y excursiones a los Pirineos. Además, adoptaron un estilo de vida más sostenible, utilizando bicicletas en lugar de coches.

Uno de los mayores desafíos fue la burocracia española, que Crowley describe con humor como parte del proceso de “españolizarse”. Aun así, aprecian el enfoque más relajado de vida en contraposición al ritmo estadounidense. Desde que se mudaron, ni ella ni sus hijos han regresado a EE UU, y los jóvenes han desarrollado una visión más global gracias a sus experiencias en España, comenta su madre

Crowley también ha aprovechado su experiencia para ayudar a otros a mudarse al extranjero, ofreciendo un curso y materiales prácticos. Considera que este cambio ha enriquecido tanto su vida personal como profesional, y afirma: "Ojalá lo hubiéramos hecho antes".