
Hogar
Las familias numerosas se están despidiendo del clásico lavabo doble y apostando por esta solución mucho más práctica
La doble vasija ya no da abasto. Las grandes familias se están inclinando por una tendencia que transforma las rutinas del baño en algo mucho más cómodo y bonito

Durante años, tener dos lavabos en el baño fue considerado el símbolo de funcionalidad moderna en un hogar familiar. Pero la realidad suele contar otra historia: colas a primera hora de la mañana, encimeras abarrotadas, discusiones silenciosas por un espacio en el espejo. Y más aún en verano, cuando la casa se llena de niños, visitas y horarios cruzados.
Una nueva distribución que cambia por completo la convivencia

Con el aumento de familias numerosas o reconfiguradas, muchas están replanteando cómo usar el espacio del baño. La solución está inspirada en un viejo conocido: el isla central, sí, como el de la cocina. Ahora reinventado para el baño, permite instalar hasta cuatro lavabos (uno por cada lado), con almacenamiento, espejos individuales y espacio para que cada miembro tenga su rincón.
Cuatro lavabos, cero discusiones
El diseño cuadrado del nuevo centro de baño permite que todos puedan arreglarse a la vez sin estorbarse. Padres, hijos, invitados: cada quien con su espejo, su grifo, su orden. Además, es una solución estéticamente potente, que rompe la monotonía del baño tradicional y lo convierte en un lugar más armónico, cálido y hasta decorativo.
El truco está en la circulación y los materiales
Para que funcione, el truco está en dejar al menos un metro libre a cada lado del bloque central. La clave es poder circular sin choques y sin sacrificar espacio de almacenamiento. Los expertos recomiendan usar materiales resistentes a la humedad como cerámica mate, madera clara, o incluso cemento pulido, y jugar con detalles veraniegos: textiles de lino, fibras naturales o elementos de bambú.
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