Pamela Genini, modelo e influencer italiana de 29 años, fue asesinada el martes 14 de octubre en su apartamento de Via Iglesias, en el barrio Gorla de Milán, tras recibir 24 puñaladas por parte de su pareja, Gianluca Soncin, de 52 años. El crimen ocurrió en la terraza del tercer piso del edificio, a plena vista de los vecinos, quienes alertaron a la policía tras escuchar los gritos de auxilio de la víctima. La escena fue descrita como “de una violencia extrema”, y dejó a los testigos en estado de shock.
Según medios italianos como Corriere della Sera e Il Giorno, la agresión se produjo tras una fuerte discusión entre la pareja, que mantenía una relación desde hacía tres años. Pamela había decidido terminar la relación y había expresado su temor a Soncin en mensajes enviados a un exnovio horas antes del ataque. En uno de ellos, le advertía que su expareja tenía “comportamientos obsesivos” y que temía por su seguridad. El agresor accedió al apartamento con una copia de las llaves que había obtenido previamente, lo que refuerza la hipótesis de premeditación.
Tras cometer el crimen, Soncin intentó suicidarse con cortes en el cuello y el brazo. Fue reducido por la policía y trasladado al hospital Niguarda bajo custodia. Ha sido imputado por “omicidio volontario” con agravantes de premeditación y violencia de género. La fiscalía de Milán ha iniciado una investigación centrada en los antecedentes de la relación, los mensajes de la víctima y los testimonios de vecinos y allegados. El caso ha reavivado el debate sobre la violencia machista en Italia, donde los feminicidios siguen siendo una grave preocupación social.
Originaria de Strozza, en la provincia de Bérgamo, Pamela Genini era conocida por su participación en el reality L'isola di Adamo ed Eva a los 19 años. Además de su carrera como modelo, dirigía una marca de trajes de baño de lujo, EP SheLux, junto a su socia Elisa Bortolotti. Su estilo elegante y su presencia en eventos de moda la habían convertido en una figura emergente del diseño italiano. Amigos y colaboradores han expresado su dolor y exigido justicia, destacando su talento, carisma y determinación.
El asesinato ha generado una ola de indignación en redes sociales y en el mundo de la moda. Numerosos colectivos feministas han convocado concentraciones en Milán, Roma y otras ciudades italianas para exigir medidas más contundentes contra la violencia machista. La ministra de Igualdad, Eugenia Roccella, calificó el crimen como “una tragedia que nos obliga a revisar nuestras políticas de protección”. Italia registra más de 100 feminicidios al año, y este caso ha reavivado el debate sobre la necesidad de reforzar los protocolos de prevención, mejorar el acceso a medidas cautelares y garantizar que las denuncias por acoso o amenazas sean atendidas con urgencia.