Gabriel no está en las balsas ni en los pozos

Los buzos de la Guardia Civil han revisado ya 15 balsas de agua y 17 pozos en 16 km2, «sin resultado positivo».

Entre 250 y 300 personas continuaron ayer la búsqueda del pequeño Gabriel Cruz, desaparecido el pasado martes en Las Hortichuelas, una pedanía de Níjar (Almería). A medida que pasan las horas, la preocupación por el pequeño va en aumento. De ahí que se esté realizando una búsqueda casi sin descanso.

Según pudo saber ayer LA RAZÓN, el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS), los buzos de la Guardia Civil, «han revisado ya 15 balsas de agua y 17 pozos cerca de la zona, en un entorno de 16-17 kilómetros cuadrados sin resultado positivo». «En unos 20 km2 puede haber entre 75 y 100 pozos, incluyendo los llamados respiraderos que no son otra cosa que un agujero de unos 40 centímetros de diámetro, y 25 balsas, aunque muchas de ellas no tienen ni un metro de agua, por lo que quedarán por examinar a fondo seis o siete balsas·, añaden las mismas fuentes.

A estos efectivos se sumaron en las labores de búsqueda otras unidades de la Guardia Civil (a la Unidad Central Operativa la movilizaron ayer por la noche), Protección Civil, Policía Local y voluntarios. «En total seremos unas 100 personas aproximadamente de las citadas unidades y cuerpos y el resto son voluntarios», explicó José Gázquez, jefe de la Policía Local. Están trabajando en la búsqueda las mismas unidades que el día anterior, salvo por el helicóptero y los drones. «El helicóptero salió por la mañana, pero tuvo que regresar por el temporal. Por el mismo motivo tampoco pudieron utilizarse los drones que el miércoles usamos sin que dieran resultado positivo. Se inspeccionaron incluso cuevas con ellos, pero nada», añadió Gázquez.

También se sobrevolaron balsas con poca agua, pero nada. Sin rastro de Gabriel. De ahí que «todas las opciones sobre la desaparición del menor estén abiertas. La Guardia Civil no ha descartado aún ninguna hipótesis», aseguraron desde el citado cuerpo de Almería. Aunque lo cierto es que «no se tiene conocimiento de que haya pederastas en la zona. Es una pedanía muy tranquila», precisó Gázquez.

Otras fuentes consultadas incidieron también en que se trata de una zona muy tranquila en la que «no se recuerdan desapariciones de menores, al menos no en los últimos años». De modo que cómo se suele hacer en todos los casos, la investigación, que está bajo secreto de sumario, irá del núcleo más próximo (la familia) al más lejano (un desconocido), pasando por ex parejas, amigos... Algunas voces apuntan más a unos «círculos» que a otros, pero aún es demasiado pronto.

Pero mientras pasan las horas la preocupación de los padres va en aumento. «Mi hijo no se ha podido perder, no ha podido ir a la montaña. No es miedoso, pero es prudente», aseguró a los periodistas allí reunidos Patricia Ramírez, madre del pequeño. En declaraciones recogidas por Efe, Patricia, confiada en que esté vivo, se ha dirigido a quien haya podido llevarse a su hijo para decirle que no habrá represalias por parte de la familia, basta con que le «monten en un coche y le dejen en un centro comercial, en la vía pública, donde puedan».

Desde SOSDesaparecidos, su presidente Joaquín Amills denunció que «no se entiende que no se haya activado la alerta por menor desaparecido por parte del Ministerio del Interior». «En cuatro años desde que se creó no se ha activado nunca. ¿Entonces, para qué está?», se preguntó el portavoz de la asociación. La de ayer fue la tercera noche que Gabriel pasa fuera de casa, «tenían que haberla activado en la noche del martes o el pasado lunes por la mañana», añadió. Justo ayer, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, prometió que su departamento usará «todos los recursos» para intentar encontrar a todas las personas desaparecidas, entre ellas Gabriel. Zoido se declaró «sobrecogido» por la desaparición del niño de Níjar. «A los padres de Gabriel y a las familias de todos los desaparecidos», dijo el ministro, «quiero decirles que vamos a estar permanentemente junto a ellos para escucharles, trabajar codo con codo y ayudarles en todo lo que necesiten porque nuestro firme deseo es contribuir con todos los recursos a nuestro alcance», subrayó.

El rastro de Gabriel se perdió el pasado martes, cuando salió de casa de «sus abuelos paternos para ir a casa de un vecino a jugar. Salió sobre las 15:30 horas. Los abuelos fueron a recogerle a las 19:30. Entre esa hora y las 20:00 empezamos a buscarlo», recordó Gálvez. La última vez que fue visto llevaba un pantalón negro de la marca Adidas con rayas blancas y una chaqueta roja con capucha.