Hostelería
Un grupo de diez personas reserva en un restaurante y acaba con la paciencia del camarero: “¿Estamos locos?”
La actuación de los clientes fue haciendo alucinar paulatinamente al trabajador, que no entendía nada: "¿Del Mercadona?"
¡Qué rata eres! Todo el mundo ha escuchado esa frase, se la ha dicho a alguien e incluso se la han podido conferir en alguna ocasión. Esta expresión va dirigida a aquellos que buscan ahorrar hasta el último céntimo, llegando hasta extremos exagerados, pudiendo llegar a provocar situaciones completamente embarazosas, aunque para ese tipo de personas que únicamente mira por su bolsillo puede llegar a ser algo incluso normal.
Es cierto que uno tiene que mirar por su economía, especialmente cuando no tiene demasiado colchón, pero hay veces que eso se exagera y se acaba convirtiendo en un acto irrespetuoso hacia el exterior, aunque ese tipo de personas no suele verlo así. Felber, un trabajador de la hostelería desde hace dos décadas contó mediante un vídeo en TikTok la situación que vivió en el restaurante donde trabaja actualmente: "Storytime de clientes con mucha cara".
A comer a un restaurante... con comida del Mercadona
"Llevo trabajando en la hostelería ya 20 años, empecé siendo un bebé. La cosa es que he vivido muchas situaciones distintas, de todo tipo, pero, lo que ha pasado hoy en el bar, no me había pasado jamás". Tras ello empieza a narrar la historia detalladamente: "Llaman para reservar una mesa de diez personas a las tres de la tarde". Hasta ahí todo normal: "Sin problema, te preparamos una mesa para diez a las tres de la tarde", comenta el trabajador.
Ya empezó la cosa a torcerse desde el principio: "Llegan las tres... bueno las tres y cuarto porque han llegado tarde, pero no pasa nada". Los restaurantes suelen dejar un margen de tiempo por posibles retrasos. Sin embargo, al entrar sucede lo más llamativo: "Entran diez personas, les llevamos el menú para que elijan la comida y dicen que solo van a comer siete porque los otros tres se traen su comida de casa". Aunque parezca una cámara oculta, narra que es totalmente cierto mientras muestra su indignación.
Para mayor indignación del trabajador, la comida ni siquiera es de casa: "De casa no, es del Mercadona que está aquí al lado del bar". Explica lo que llevaban: "Se han cogido unas ensaladitas, se han venido, sacan la ensalada y se ponen a comerla tan tranquilamente". No se lo puede creer: "¿Pero estamos chalados? Tú te crees que te puedes ir a un restaurante a comer comida que te has comprado en el Mercadona, ¿pero estamos locos?".
Entre la comprensión y la indignación
El padre del autor del vídeo pensó en dejarlo pasar: "Mi padre dijo de no decirles nada, que comen siete pues vamos a dejar que los otros coman una ensalada". Sin embargo, Felber no era tan comprensivo: "No puedes ir a un bar... yo como cliente me daría vergüenza entrar a comer todos y yo traerme la comida del Mercadona". Explica un caso que si comprendería: "Otra cosa es que tenga intolerancia, eso sí lo hemos aceptado alguna vez".
Ni comer ni beber
Su enfado va a más según avanza el vídeo: "Encima no querían consumir bebida, no querían ni comer ni beber, ¡no!". Resulta bastante llamativo que alguien sea capaz de sentarse en un establecimiento para no consumir nada y verlo normal. "Para colmo, uno de los que se ha pedido el menú, se ha comido el primero y cuando hemos ido a ponerle el segundo ha dicho que ya no lo quería". Explica lo que se hace habitualmente: "Es verdad que nosotros ponemos mucha comida, pero o se pide solo un primero o se pone para llevar".
Este fue más allá cuando se lo iban a servir: "Que no lo quiero, quiero pagar solo medio menú". Al dejarlo en la mesa, ha reaccionado: "Se ha levantado hacia la barra enfadado y ha dicho que no lo quería". Concluye con una afirmación muy contundente que acompaña de una pregunta: "La gente cada vez tiene más cara. ¿Os parece normal? No tiene sentido".