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¿Guardas los tapones de las botellas? Esto es lo que la psicología dice de ti
Muchas personas asocian ciertos objetos con recuerdos, personas o momentos importantes

Puede parecer un simple gesto sin importancia, pero guardar los tapones de botellas puede decir más sobre nuestra personalidad de lo que pensamos. Desde una mirada psicológica, estas pequeñas acciones cotidianas pueden estar relacionadas con aspectos como el apego emocional, el coleccionismo, la necesidad de control o incluso rasgos obsesivo-compulsivos.
No existen estudios académicos específicos que aborden directamente el acto de guardar tapones de botellas, pero varios expertos en psicología de la conducta y la personalidad coinciden en que los comportamientos de acumulación o conservación de objetos insignificantes pueden encajar en patrones más amplios.
Según el doctor Randy Frost, profesor de psicología en Smith College (Estados Unidos) y coautor del libro 'Stuff: Compulsive Hoarding and the Meaning of Things', guardar objetos aparentemente inservibles puede estar relacionado con el coleccionismo, el sentimentalismo o la dificultad para desprenderse de cosas por una asociación emocional. Aunque su investigación se centra en el síndrome de acumulación compulsiva (hoarding disorder), los principios pueden aplicarse en menor grado a prácticas como guardar tapones.
"Muchas personas asocian ciertos objetos con recuerdos, personas o momentos importantes. Aunque el objeto no tenga valor funcional, se convierte en un símbolo emocional", explica Frost.
En algunos casos, esta práctica puede estar vinculada a un tipo de coleccionismo informal. Según la psicóloga clínica española Silvia Congost, experta en dependencia emocional, las personas que tienden a guardar objetos pequeños suelen mostrar una mayor necesidad de aferrarse al pasado o a vínculos emocionales no resueltos.
"Guardar tapones puede parecer algo sin importancia, pero si al hacerlo sentimos que estamos conservando una parte de una experiencia o de una persona, estamos usando el objeto como ancla emocional", explica Congost en una de sus charlas sobre desapego emocional.
No todas las interpretaciones apuntan a mecanismos emocionales profundos. Para muchas personas, guardar tapones es una decisión práctica, creativa o incluso ecológica. Hay quienes los usan para manualidades, para ayudar a campañas solidarias o por simples motivos de reciclaje. Esto puede estar más relacionado con rasgos de personalidad como la responsabilidad social, la creatividad o la planificación.
También existe la posibilidad de que guardar tapones se convierta en una rutina automática sin un significado profundo. Algunas personas desarrollan pequeñas manías o rituales que les dan una sensación de orden o seguridad. En estos casos, la conducta puede estar relacionada con rasgos obsesivo-compulsivos leves, siempre y cuando no interfiera con la vida diaria.
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