Psicología

¿Te duermes con la televisión encendida? Entonces tienes estas ocho características

Cada persona tiene unas costumbres a la hora de dormir y, según la psicología, son unas u otras por unos motivos concretos

Si necesitas tener la televisión encendida para dormir, esto es lo que dice la psicología de ti
Si necesitas tener la televisión encendida para dormir, esto es lo que dice la psicología de tiCanva

Dormir es una necesidad biológica fundamental que afecta directamente a nuestra salud y bienestar. A lo largo de los años, numerosos estudios han demostrado que dormir al menos 8 horas diarias tiene múltiples beneficios a nivel físico y mental. Durante el sueño, el cuerpo realiza funciones esenciales como la reparación de tejidos, la consolidación de la memoria y la regulación de hormonas mientras que el cerebro procesa y organiza la información adquirida durante el día, lo que facilita el aprendizaje y la retención de conocimientos.

Sin embargo, según un estudio reciente publicado por la Universidad de Yale, no pasar suficiente tiempo en las dos fases profundas del sueñopuede acelerar el deterioro de partes del cerebro relacionadas con la aparición y la progresión de alzhéimer. Por tanto, cumplir con las horas estipuladas es clave. Más allá de las horas, cada uno tiene unas costumbres. Unos necesitan oscuridad y silencio total, mientras que otros necesitan tener la luz e incluso la televisión encendida.

Esto puede parecer algo natural que ocurre al azar, siendo más habitual entre las personas que más les cuesta conciliar el sueño o incluso todo lo contrario, pero afecta en la forma de ser de las personas según la psicología. Las personas que se quedan dormidas viendo la televisión tienen ocho características en común, es decir, se duermen con la televisión por unos motivos concretos.

Los motivos por los que las personas que se duermen viendo la televisión

  • Combatir el silencio: hay quienes experimentan una fuerte incomodidad ante la ausencia total de sonido, por lo que recurren a la televisión como forma de romper ese vacío.
  • Sensación de compañía: la luz suave del televisor y las voces familiares pueden generar un ambiente acogedor que hace sentir menos solos a algunos.
  • Hábitos nocturnos: muchas personas tienen el hábito de acostarse tarde y encuentran en el televisor una presencia constante que les resulta familiar durante esas horas.
  • Mentes activas: algunas personas tienen una gran necesidad de estímulos continuos debido a su actividad mental, y el televisor les proporciona distracción y cierta calma.
  • Miedo a la soledad: la televisión también puede funcionar como un recurso para mitigar el sentimiento de aislamiento que algunas personas temen profundamente.
  • Protección ante las pesadillas: hay quienes la utilizan como herramienta para evitar pesadillas o sueños angustiantes.
  • Desconexión mental: dejar la televisión encendida por la noche puede servir como una vía de escape para quienes buscan aliviar el peso del día.
  • Parte del día a día: para muchas personas, encender el televisor forma parte de sus hábitos diarios, y abandonar esa costumbre puede resultarles difícil.