Entrevista

Hal Martin: «Hay que felicitar a España por su respuesta nacional frente al VIH»

Los resultados de nuestro país están cerca del objetivo marcado por la OMS para 2030. "La infraestructura del sistema de salud en todo el país facilita el acceso oportuno a la atención de estos pacientes".

Hal Martin , de Gilead
Hal Martin , de GileadDavid Jar

A principios de este mes, el Ministerio de Sanidad informó de que España está cerca de conseguir el objetivo marcado por la OMS para 2030 respecto al VIH, llamado 95-95-95. Este logro establece que, con ese año como límite, los países consigan que el 95% de las personas con el virus estén diagnosticadas, en tratamiento antirretroviral y con total supresión viral. Actualmente, los datos de nuestro país están en el 92,5%, 96,6% y 90,4%, respectivamente.

«Hay que felicitar a España por su respuesta nacional, que se distingue por un liderazgo decidido, un enfoque focalizado en las brechas en los servicios sanitarios y por la atención a las necesidades y prioridades específicas de las personas que conviven con el virus», declara Hal Martin, director ejecutivo de Desarrollo Clínico en Virología de Gilead Sciences.

Martin estuvo en Madrid hace 10 días para participar en la VIII edición del encuentro Hibic (Hitos en Investigación Básica y Clínica en VIH/SIDA), organizado por la farmacéutica, y que reúne anualmente a una media de 300 expertos nacionales e internacionales en el manejo del VIH.

¿Cuáles cree que son las claves del éxito cosechado por España en el abordaje del VIH?

El enorme progreso realizado hacia el logro de los objetivos, incluso superior al 95% para las personas diagnosticadas con VIH, demuestra la influencia de los esfuerzos concertados y colaborativos, que han impulsado al país a lograr su objetivo de superar la epidemia para 2030. El fortalecimiento de la cascada de tratamiento del VIH y la continuidad de la atención son fundamentales para lograrlo.

Diría que hay dos claves en las que España ha sabido enfocarse a la perfección. La primera, el diagnóstico, centrado en la disponibilidad de pruebas, así como en su aceptabilidad por parte de la comunidad. La segunda es la planificación y priorización de las intervenciones que tienen como objetivo aumentar el número de personas que conocen su estado en el tratamiento. Ciertamente, la infraestructura del sistema de salud en toda España facilita el acceso oportuno a la atención, y hay apoyos sociales adicionales disponibles según sea necesario para ayudar a mejorar los resultados de salud individuales e influir positivamente en los esfuerzos nacionales de erradicación del VIH.

Ahora que los tratamientos antirretrovirales han alcanzado altos niveles de seguridad y eficacia, ¿cuáles son los desafíos más importantes?

Solo dos tercios de las personas con VIH en todo el mundo están suprimidas viralmente. Cerrar la brecha en el tratamiento del VIH debe ser una prioridad mundial. A pesar de los avances significativos en la terapia antirretrovital (ARV), siguen existiendo numerosas necesidades críticas y apremiantes insatisfechas para las personas con VIH. Una respuesta integral a la epidemia debe abordar una serie de barreras para que las personas con VIH puedan alcanzar y mantener el éxito a largo plazo, incluida la ausencia de estigma y discriminación.

¿Qué proporción de pacientes se considera multirresistente? ¿Hay suficientes opciones para ellos hoy en día?

La resistencia a los medicamentos contra el VIH sigue recibiendo atención clínica y de salud pública, porque el VIH resistente puede amenazar al paciente en el que se desarrolla, y también puede transmitirse a otros. La resistencia generalizada tiene el potencial de socavar los esfuerzos en curso para poner fin a la epidemia del VIH/SIDA al hacer que los tratamientos de primera línea comúnmente utilizados sean ineficaces. Aproximadamente el 2% de los adultos que viven con el VIH que están en tratamiento en todo el mundo no puede mantener la supresión virológica debido a la resistencia, la intolerancia o las consideraciones de seguridad. Más allá del tratamiento, es esencial apoyar a las personas con VIH a través de los desafíos no médicos que pueden enfrentar.

¿Cuál es la estrategia de Gilead para seguir evolucionando en su respuesta a esta epidemia?

Como inventores de la terapia de prevención del VIH y creadores del primer tratamiento de una sola pastilla, hemos desarrollado una cartera de medicamentos para ayudar a las personas afectadas por el VIH a vivir vidas más saludables y sencillas. Líderes de salud pública, gobiernos, profesionales de la salud y muchos otros se aseguraron, durante décadas, de que el descubrimiento científico condujera a resultados en el mundo real. Juntos, transformamos el VIH/SIDA de una enfermedad mortal en una condición crónica. Pero transformarla no es suficiente. Buscamos ponerle fin para todos, en todas partes. La rápida disminución de las infecciones por el VIH observada en el punto álgido de la epidemia se ha estancado, e incluso ha aumentado en algunas partes del mundo, ya que las opciones eficaces de prevención y tratamiento no llegan a quienes más podrían beneficiarse. Y, aún hoy, la homofobia, la transfobia, el clasismo y el racismo generalizados perpetúan una cultura de estigma hacia el VIH que niega a las comunidades marginadas una atención de calidad.

40 años después, no podemos dar por superada la epidemia de VIH. ¿Debemos olvidar el concepto clásico de «cura» y considerar otros objetivos?

Han pasado más de 40 años desde los primeros casos, y se ha logrado un tremendo progreso para poner fin a la epidemia, incluidos los avances en el tratamiento del VIH que permiten vidas más largas y saludables. Sin embargo, el VIH persiste como un grave problema de salud pública. A nivel mundial, se estima que más de 36 millones de personas conviven con el virus y 4.000 se infectan cada día, con la carga que enfrentan, desproporcionadamente, África subsahariana y muchos países de ingresos bajos y medios. Ampliar las intervenciones de prevención es esencial para reducir la carga individual y social del virus.

¿Cuándo se podrá decir que la epidemia ha terminado?

Curar el VIH es la aspiración final de los esfuerzos de investigación y desarrollo de Gilead. A través del innovador programa de investigación de curas de la compañía, estamos fomentando el conocimiento científico colectivo sobre posibles vías para lograr una «cura funcional» –(definida como la supresión viral a largo plazo en ausencia de terapia antirretroviral, sin transmisión o progresión de la enfermedad)–. Iluminar las vías que conducen hacia ese objetivo es un desafío científico muy complejo. Nosotros hemos otorgado más de 36 millones de dólares en subvenciones a instituciones académicas, ONGs y grupos comunitarios que participan en iniciativas dirigidas a la «cura funcional».