Polémica

Los hospitales chinos cierran maternidades por la falta de niños

Polémica en el gigante asiático ante los cambios de los paradigmas poblacionales

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China quiere aumentar la tasa de natalidad ante una población cada vez más envejecidaJEON HEON-KYUNAgencia EFE

Para hacer frente al importante descenso de la natalidad en China, la administración pública de la segunda economía mundial se ha visto obligada a la reducción y el cierre de numerosas unidades de Obstetricia y maternidades en diversas provincias del territorio.

Según informó «Pengpai News», una destacada publicación china en línea del grupo Shanghái United Media que cuenta con cientos de reporteros en todo el país, varios departamentos de Obstetricia de hospitales de Zhejiang y otras regiones han sido clausurados. El anuncio del cierre del departamento de Obstetricia del centro médico se convirtió rápidamente en el tema más buscado en la plataforma de chat más popular de China, suscitando debates sobre las causas, el futuro y las decisiones individuales de tener hijos o no.

El tema fue visto más de 200 millones de veces en 24 horas. «Hace unos años se registraban unos 17 millones de nacimientos al año, pero la cifra cayó drásticamente a unos 9 millones el año pasado, es lógico que se cierren la mitad de los departamentos de obstetricia. En consecuencia, se cerrarán la mitad de las guarderías, seguidas de muchas escuelas y universidades que echarán el cerrojo», rezaba un mensaje publicado en los foros de discusión del tema.

La tasa de natalidad de China se desplomó casi un 10% en 2022, con sólo 9,56 millones de nacimientos registrados, lo que supone el primer descenso de la población desde 1961, un año marcado por una tremenda hambruna en el país. En un momento en que el gigante asiático se enfrenta al grave fenómeno del envejecimiento de la población, la reducción del número de habitantes puede sumir a la segunda economía mundial en un reto demográfico y hacer descarrilar el crecimiento del PIB.

La baja tasa de fertilidad es uno de los factores que más contribuyen a la despoblación en China, donde el crecimiento demográfico se ha estancado desde la introducción de la «política del hijo único» en 1979. A pesar de que el país la revocó en 2015 con la «política de dos hijos» y suavizó aún más la planificación familiar con la aplicación de la «de tres descendientes» para mitigar el envejecimiento de la población, la tasa de fertilidad en el país sigue siendo extremadamente baja.

Este contratiempo se debe a una serie de factores socioeconómicos, como el aumento del coste de la vida, el empoderamiento de la mujer, el cambio en la concepción social de la familia y el estancamiento de las economías locales. La dramática transformación demográfica ya se ha traducido en serios problemas socioeconómicos, como la disminución de la mano de obra y un rápido envejecimiento de la población.

Para impulsar los nacimientos y abordar el desequilibrio demográfico del país, el gobierno chino ha adoptado una serie de medidas de apoyo, que incluyen deducciones fiscales, servicios de guardería y educación a precios asequibles, o la introducción de excedencias para el cuidado de los hijos.

Además, las administraciones locales han empezado a conceder subvenciones económicas para fomentar la maternidad. Por ejemplo, las parejas de Shenzhen que tienen entre uno y tres hijos pueden optar a subvenciones de hasta 19.000 yuanes (2.400 euros)

A pesar de estos cambios generalizados hacia políticas pronatalistas, aún no se han materializado los resultados deseados. El declive demográfico se ha visto agravado por otros factores, como el elevado coste de la vida, el cambio de actitud de las generaciones más jóvenes hacia la familia y el matrimonio, la ralentización económica causada por la pandemia o las estrictas medidas para contenerla.