Crisis económica

Ideas irracionales, negar la realidad y confundir lo sucedido

La Razón
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Frente a un accidente como éste, podríamos hablar de dos tipos de intervenciones: in situ y, en algunos casos, una respuesta asistencial posterior en consulta. La intervención in situ conlleva una organización de la respuesta así como una intervención inmediata que implica, por un lado, unos primeros auxilios psicológicos en los que analizamos las necesidades que hay y asistimos, por ejemplo ante crisis de ansiedad o ataques de pánico, desorientación, bloqueos, etc; y por otro lado, la intervención en crisis en la situación o evento traumático. Nuestra labor consiste en gestionar y ayudar psicológicamente en el lugar de la tragedia, incluyendo también la preparación y acompañamiento de los familiares que tengan que reconocer los cuerpos de sus familiares difuntos. Es un impacto que provoca gran nivel de ansiedad y dolor porque tienen que reconocer a sus familiares e, incluso, a veces cuerpos con un gran nivel de deterioro. La mayoría de las personas que experimentan reacciones de estrés agudo logra por sí mismas retomar sus vidas semanas después del incidente a través de los procesos de duelo correspondientes. En algunos casos, no se consigue y conviene hacer uso de los recursos asistenciales psicológicos disponibles. Generalmente aparecen dos tipos de cuadros: bien depresivos o bien de ansiedad, entre los que destaca el Trastorno por Estrés Postraumático (que consideramos cuando el Trastorno por Estrés Agudo se prolonga más allá de tres meses). En un estado de estrés agudo hay manifestaciones a distintos niveles: a nivel fisiológico suele aparecer un aumento de la tasa cardíaca, de la tensión muscular, de los niveles de adrenalina, etc.; a nivel cognitivo: ideas irracionales, personas que confunden la realidad, pensamientos negativos, dificultad para analizar la información y de poder tomar decisiones; a nivel motor, puede aparecer descoordinación, lentitud en el movimiento, bloqueo...; y a nivel emocional, las reacciones pueden ser de lo más diverso, desde shocks hasta tristeza, ira, negación o sentimientos ambivalentes... Son reacciones esperables por el estrés, pero si no se resuelven en pocas semanas es conveniente realizar un trabajo psicológico de esos procesos depresivos, de duelo y de ansiedad.

*Supervisora nacional de IPSE-Intervención Psicológica Especializada y psicóloga ASM Psicología