Religión

La Iglesia católica portuguesa indemnizará a las víctimas de abusos sexuales que lo soliciten

Los afectados consideran positiva la compensación económica pero les "sabe a poco"

Una comisión independiente estima que en el país hay al menos 4.815 víctimas de abusos sexuales en la Iglesia
Una comisión independiente estima que en el país hay al menos 4.815 víctimas de abusos sexuales en la IglesiaEuropa Press

La Conferencia Episcopal Portuguesa (CEP), ha aprobado indemnizar a las víctimas de abusos sexuales que soliciten una compensación, a través de un fondo monetario que será financiado por "contribuciones solidarias" de todas las diócesis en el país. La medida se ha adoptado durante la asamblea plenaria de la institución celebrada este jueves en Fátima.

Las víctimas podrán pedir esa compensación económica entre junio y diciembre de 2024. Un informe realizado por expertos a petición de la CEP reveló en febrero de 2023 que en el país hay al menos 4.800 víctimas de pederastia desde 1950.

"La Asamblea aprobó, de forma unánime, la atribución de compensaciones financieras, con carácter supletorio, a víctimas de abusos sexuales contra menores y adultos vulnerables en el contexto de la Iglesia católica en Portugal", indicó la institución, informa Efe.

Para iniciar el proceso, las víctimas deberán presentar su petición al Grupo Vita -creado por la Iglesia lusa para prestar apoyo a las víctimas de abusos sexuales- o a las Comisiones Diocesanas de Protección de Menores y Adultos Vulnerables.

Posteriormente, un comité evaluador determinará las cantidades, que serán financiadas mediante un fondo de nueva creación.

Reacciones de las víctimas

El grupo Corazón Silenciado, la primera asociación oficial en Portugal de víctimas de abusos en la Iglesia católica, consideró como algo "positivo", pero que "sabe a muy poco" el anuncio de la Conferencia Episcopal lusa.

"Esta medida tiene un título positivo: por unanimidad los obispos aprobaron compensaciones financieras, pero después, en lo concreto, sabe a muy poco, porque luego queda a la espera de las solicitudes (de indemnización de las víctimas) y nosotros no somos mendigos", dijo a Efe el cofundador de Corazón Silenciado, António Grosso. Además, consideró que la CEP tiene que adoptar una postura activa y no pasiva a la hora de conceder esas reparaciones.

"La Iglesia sabe con certeza cómo contactar con las 512 víctimas que testificaron ante la Comisión independiente, más de 87 ante el Grupo Vita, por tanto ya es posible mirar algunos números de las solicitudes que existen y calcular que habrá muchas más y ofrecer un monto que no se conoce hasta el momento", recordó.

A falta de que se den a conocer más detalles, Grosso se opone a que se establezca una escala a la hora de conceder las indemnizaciones, "porque el sufrimiento no tiene precio ni medida, ni métrica, ni decilitros, ni peso a la hora de medir el dolor".

Para él, hay países como Suiza que pueden ser un buen ejemplo a la hora de abordar el pago de reparaciones, donde se abona una misma cantidad para todas las víctimas. "No es necesario tener que juzgar con un jurado formado por no sé quien para determinar los montos en base a valoraciones subjetivas", reflexionó.