España

«Sabíamos que David mantendría a su novia con vida»

La pareja perdida en Malasia, hallada por un pesquero en Vietnam tras ocho días a la deriva

La española Marta Miguel y su novio David Hernández
La española Marta Miguel y su novio David Hernándezlarazon

La pareja perdida en Malasia, hallada por un pesquero en Vietnam tras ocho días a la deriva

«Estamos bien. Ya vamos para allá». Pocas palabras pudieron ayer intercambiar con sus familias, pero fueron suficientes como para, al menos, intentar olvidar diez días de pesadilla. Marta Miguel y David Hernández, dos madrileños que trabajaban desde enero en un resort en la isla de Borneo, permanecían desaparecidos desde el 2 de mayo. Junto al dueño del hotel, Tommy Lam, y una trabajadora del mismo, Armelia Ali Hassan, partieron entonces en una embarcación de unos diez metros de eslora y dos motores. Su idea era realizar una excursión con un recorrido de no más de dos horas de duración, el que separa la isla de Balambangan de Kota Kinabalu, en Sabah. Pero jamás regresaron. Uno de los dos motores, el pequeño, de tres caballos, fue hallado seis días después por unos pescadores, por lo que sólo contaban ya con otro de 30 caballos de potencia. No llevaban comida, sólo 24 botellas de litro y medio de agua. Tanto las autoridades como las familias se temían un final trágico. El tío y la hermana de Marta, así como el padre y un hermano de David se trasladaron a la zona. «Ya no aguantaban más», dicen desde su entorno. Pagaron de su bolsillo una pequeña embarcación y un avión para complementar la labor que realizaban los equipos de rescate: nueve buques, tres aviones, un helicóptero y un grupo de buceadores. Ayer recibieron la noticia: la pareja y sus dos compañeros habían sido hallados hace unos dos días por un barco pesquero en el Mar de China Meridional, en aguas vietnamitas.

Según las autoridades locales, el motor falló, la embarcación no tenía GPS, radio o balizas de emergencia, y las corrientes, muy fuertes en esta época del año, fuera de la época del monzón, les arrastraron a lo largo de más de 1.000 kilómetros. Afortunadamente, sí llevaban salvavidas. En la mañana de ayer, la noticia incendió los Whastsapp familiares. «Les han encontrado!!! Un barco pesquero que va hacia Vietnam!!!». Se prevé que hoy lleguen a Kota Kinabalu, donde se reunirán con sus familias. «Me ha cambiado la vida», decía a LA RAZÓN Sandra Hernández, hermana de David, que celebraba ayer en la Plaza de las Provincias de Fuenlabrada, junto a amigos y familiares, un milagro. «Cada día que pasaba era muy duro, para nosotros y para ellos, pensando en lo que les podía haber pasado. Pero sabía que mi hermano estaba vivo», añadió. Saber que no tenían comida acrecentaba la angustia. «Estoy segura de que David se las habrá apañado para pescar algo durante esos días. Haría lo que fuera por mantener viva a su novia», afirma. A través del «crowfunding», la familia había recaudado más de 5.000 euros para financiar la búsqueda de los jóvenes. Ahora, ese dinero se donará a la ONG que Marta y David decidan.

«Hablamos con ellos mientras estaban en un barco en mitad del mar de China. Fue poco, porque la calidad de la llamada no era buena, pero nos dijeron que estaban bien, nos dieron ánimos e intentaban calmarnos», relata a este diario Miguel Ángel Reiz, tío de Marta. Del mismo modo, aseguró que las familias se encuentran «saturadas después de toda esta aventura» y agradecieron el apoyo de las autoridades: «No tenemos ninguna queja. El Gobierno español se ha volcado con nosotros». En este sentido, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, había pedido a las autoridades malasias «los máximos esfuerzos» para dar con la pareja. «El esfuerzo realizado ha sido gigantesco», afirmó ayer García-Margallo.

«Nunca hemos perdido la esperanza», dijo Begoña Vidaurre, amiga de Marta. Que los hayan encontrado ha marcado un antes y un después para nosotros. Lo sentimos casi como un milagro», afirma la joven, que desconoce cómo han podido sobrevivir durante estos días. «Ambos son personas preparadas y conocían la zona. Conociendo a Marta, estoy segura de que llevaría comida en la mochila. Es súper tranquila. Los dos son muy fuertes. Marta es divertida, cabezota, luchadora... tiene una personalidad arrolladora. David es una persona con muchos recursos, muy manitas», describe. Así, «cuando la gente nos preguntaba por qué teníamos tan claro que seguían vivos, sólo respondíamos: ‘‘Porque sabemos cómo son’’».