Día de la Mujer
María Blasco: «Estaremos en el camino correcto cuando reconozcamos el problema»
La investigadora y directora del CNIO afirma que «la carrera científica está basada en méritos; sin embargo, la desigualdad se produce en las direcciones»
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El último Informe de Mujeres Investigadoras del CSIC desvela que, aunque al principio de la carrera investigadora la presencia de mujeres es igualitaria (51%), este porcentaje se desploma hasta el 26% cuando hablamos de posiciones de liderazgo en la investigación. Si bien las políticas de igualdad están suponiendo grandes avances, sigue habiendo muchas situaciones que tendemos a pasar por alto y, sin embargo, son un lastre para conseguir la igualdad.
La científica María Blasco es uno de los pocos referentes femeninos que ocupan puestos de liderazgo. Su experiencia es clave para que cambie la percepción de las mujeres sobre sus posibilidades de avanzar en sus carreras.
¿Cuáles son los desafíos más significativos que enfrenta la mujer en su carrera científica?
Para mí es muy importante destacar que hay que reconocer que hay un problema de desigualdad de género todavía. Solo reconociéndolo y tomando medidas que implican cambios estructurales en las instituciones, en las empresas, estaremos en el camino correcto hacia la igualdad de género.
La carrera científica es una carrera que está basada en méritos. Con lo cual, es una carrera donde la igualdad de oportunidades es fácil de conseguir. Sin embargo, esto es hasta los mayores niveles de formación. En los puestos donde realmente se produce la toma de decisiones, los puestos de jefe o jefa de grupo, donde se decide qué investigar, de qué manera, donde se consigue la financiación, ahí todavía hay una desigualdad de género. Todavía hay menos mujeres que hombres que están en estos puestos de dirección de grupos y, si ya nos vamos a la dirección de centros de investigación, hay todavía menos mujeres. Para mí ese es el gran desafío de la ciencia, pero también de otras profesiones: que las mujeres lleguen a los niveles más altos.
¿A través de qué medidas considera que podría mejorarse el papel que juegan las mujeres en la promoción del cambio social y la igualdad de género?
Me parece muy importante que haya mujeres en puestos de toma de decisiones, es decir, mujeres directoras de centros de investigación. En mi caso, por ejemplo, esto me ha permitido hacer cambios estructurales. En el CNIO hemos hecho muchos cambios estructurales y hemos ido de la mano del comité de empresa, de los trabajadores. Es decir, hemos hecho una serie de políticas de cambios estructurales en la institución que reconocen el problema de la falta de igualdad de género e intentan solucionarlo.
Hemos desarrollado políticas que facilitan la conciliación de la vida laboral con la vida personal. Tenemos el trabajo desde antes de la pandemia, tenemos horarios de entrada y salida que son flexibles que permiten acomodar el trabajo también a la vida personal. No se ponen reuniones en horas excluyentes para personas que tengan que conciliar. Tenemos una sala de lactancia. Pagamos, cofinanciamos el servicio de guardería. Tenemos un igual porcentaje de mujeres que hombres en todas las actividades de seminarios, de congresos, etcétera. Tenemos también, mensualmente, unos seminarios de la oficina de la mujer y diversidad que recalcan la importancia de esta igualdad de género y que van a romper estereotipos ya que invitamos a mujeres líderes de todos los campos. Hemos tenido dos vicepresidentas del Gobierno, presidentes del Gobierno, artistas y escritoras de todos los campos para romper estos estereotipos de género.
¿Qué cambios le gustaría ver en el mundo en términos de equidad de género y derechos de las mujeres, y cómo cree que pueden lograrse?
Para mí, el principal cambio sería que se llegara a la igualdad real. Para mí, esta se traduciría en que haya igual número de mujeres presidentas del Gobierno, de mujeres en puestos de toma de decisiones. Ya decía Sheryl Sandberg que solo cuando haya un 50% de mujeres en los puestos de toma de decisiones llegaremos a la igualdad real. En el ámbito científico, realmente el objetivo es que haya un 50% de mujeres liderando las investigaciones, es decir, como jefas o jefes de laboratorio, y que haya también un 50% de mujeres al mando de los principales centros de investigación en nuestro país y en otros países. Eso sería para mí lo más importante.
¿Hay alguna frase o cita que la inspire o la motive en su día a día en la lucha contra estas desigualdades?
Hay una frase que me gusta, que es de Virginia Woolf, que dice «as a woman I have no country». Para mí, recalca que las mujeres no tenemos país ni fronteras y que
tenemos que luchar juntas para conseguir que esa desigualdad desaparezca. Porque el problema este de las igualdades de género es un problema universal. No ocurre solo en nuestro país. Ocurre en muchos países y en algunos la situación es aún peor que en nuestro país. Si nos vamos a países de Oriente Medio, países realmente que tienen otras culturas, ahí la desigualdad es todavía mayor.
¿Qué consejos ofrecería a las mujeres que enfrentan obstáculos o discriminación en su camino hacia el éxito profesional?
Mi consejo sería que busquen apoyo, sobre todo, de otras mujeres que tengan posibilidad de ayudarlas y apoyarlas, que estén en posiciones de toma de decisiones y de poder. Creo que las mujeres nos tenemos que ayudar unas a otras.
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