Festividad de Todos los Santos

Los niños entre 7 y 14 años, los que más sufren ante una muerte

Los padres deben abordar el tema con cercanía y compartir con ellos las emociones y el dolor

Está previsto que a finales de 2020 se publiquen los decesos por coronavirus del primer semestre de este año
Un 47% de los españoles cuenta con seguro de decesosEmilio MorenattiAgencia AP

El fallecimiento de un ser querido puede acarrear graves consecuencias psicológicas, especialmente en el caso de los niños y adolescentes. El doctor Javier Urra, director clínico de Recurra-Ginso, señala que la intervención de padres y tutores se vuelve crucial si los menores afectados por la pérdida tienen edades comprendidas entre los 7 y 14 años. «A partir de los 7, la cuestión de la muerte puede tener un impacto significativo. Los niños comienzan a desarrollar una mayor conciencia del entorno y a interactuar más con él. Si no comprenden que la muerte es un aspecto natural de la vida, los niños pueden experimentar un vacío emocional que obstaculiza su desarrollo normal», apunta.

Urra también destaca que en jóvenes de 13 años el proceso se vuelve aún más complejo ya que los adolescentes anhelan una mayor independencia, lo que a menudo resulta en una falta de comunicación con sus padres. En lugar de ver esto como algo normal en la adolescencia, los padres deben abordar este tema con cercanía, respeto e incluso compartir sus propias emociones y dolor. En palabras de Javier: «No es tanto lo que se dice, sino la autenticidad con la que se comunica la verdad. Un día nuestros abuelos morirán, un día moriremos nosotros y un día morirán ellos. Pero lo importante es cómo hemos llenado de significado la vida».

Algunas alteraciones en el comportamiento, como la falta de higiene, el sedentarismo, el insomnio, la pérdida de apetito, el aislamiento social o actitudes negativas hacia este evento, actúan como señales de alerta que permiten identificar si un menor está lidiando adecuadamente con la pérdida de un ser cercano.

En ese sentido, el experto de Recurra-Ginso señala que la mejor forma de ayudar al menor a superar el sentimiento de pérdida es encomendarle a tener un nuevo propósito de vida, a través del apoyo a los demás. «La manera más óptima de reconstruirse a uno mismo es ayudando al resto. Con este pilar fundamental debemos mostrar a los niños que el familiar fallecido desearía que superasen el dolor y ayudasen a quienes los necesitan. Así, cuando ellos están bien, sus amigos, familiares y seres queridos también pueden estarlo, explica Javier Urra.

Un 47% con seguro de decesos

Algo más de 22 millones de españoles tenían cubierto su sepelio al cierre de 2022, según el informe «Los seguros de decesos en España», elaborado por Estamos Seguros, la iniciativa de divulgación de la cultura aseguradora impulsada por Unespa. Esta cifra equivale al 47% de la población española.

El seguro de decesos goza de gran aceptación. De hecho, es una de las protecciones más extendidas, junto con el seguro del automóvil y el de vida.

Una de sus características más destacadas de este servicio es la elevada presencia que tiene en todo el territorio nacional. La provincia con un mayor volumen de asegurados en términos relativos es Cádiz, donde un 78% de los residentes está cubierto. Le siguen Ávila (76%), Badajoz (73%), Ciudad Real (71%) y Cáceres (66%). El seguro de decesos está menos extendido, en cambio, en Soria (19%), Teruel (20%), Huesca (21%), Baleares (21%) y Navarra (24%). Pero incluso en estos territorios sigue atendiendo a una quinta o una cuarta parte de la población local. El informe apunta que el tamaño del municipio donde residen los asegurados no parece ser un elemento importante a la hora de definir la mayor o menor presencia de esta modalidad de seguro

En los últimos tiempos han aumentado servicios como Pazy, plataforma digital de servicios funerarios. Personaliza paquetes prediseñados, con servicios Eco, Estándar y Premium. No van a hospitales, ni a residencias.

Están preparados para cuando una persona fallece. Si es en casa, lo primero que debe hacer la persona que esté con ella es llamar a un médico para que certifique su muerte. Puede llamar al centro de salud o al 112. Si la muerte sucede en un hospital o en una residencia geriátrica, los trabajadores se encargarán de este trámite. Un momento donde Pazy resuelve con rapidez todas las cuestiones que han de resolverse.