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No estaba pensando

La Razón
La RazónLa Razón

1. CUELLO RÍGIDO

Al comienzo está muy pendiente de lo que escribe su abogado, los brazos pegados al cuerpo, la espalda tensionada, el cuello rígido y la falta de movimientos nos indican ansiedad, tensión y nerviosismo ante el desenlace de la situación.

2. MODIFICA SU RICTUS

Cuando comienza la lectura del veredicto, modifica su rictus, domina de forma consciente su gestualidad como un acto defensivo, no desea mostrar ningún tipo de turbación y es sorprendente cómo consigue la falta de expresividad en su rostro. Se ha mostrado llamativamente impasible ante la lectura a las respuestas de las 22 preguntas. Es una reacción muy poco natural, totalmente estudiada y carente de emocionalidad.

3. CARENCIA DE PARPADEO

Aunque estamos acostumbrados a su autocontrol, llama la atención la carencia de parpadeo hasta que termina la lectura, en ese momento realiza algunos de asimilación de la información que está recibiendo, pero no existen parpadeos cognitivos, no está pensando, sólo recibe la información, demostrando de nuevo ser una persona poco reflexiva.

4. HOMBROS CAÍDOS

Durante toda la lectura la cabeza ha estado ligeramente inclinada a la derecha lo que refleja su escucha activa. Los ojos tan abiertos muestran la gran atención de Bretón ante las conclusiones del jurado. El tener la mirada fija, perdida, nos habla de huida, de deseos de no estar ahí, de evasión del pensamiento. La boca cerrada y tensionada nos habla del control de las verbalizaciones, pero está acostumbrado a autocontrolarse porque no necesita presionar los labios para retener las palabras, simplemente la tensiona.

Los hombros caídos demuestran desanimo, esperaba el resultado obtenido. Además al estar ligeramente echados hacia delante nos habla de sensación de peso sobre su espalda, de carga emocional contenida, que al no exteriorizarla, ni trabajarla, le pesa.

Una vez finalizada la sentencia, en seguida habla con su abogado, pero tapándose la boca para impedir ser entendido, pero aun habiendo finalizado la vista, José Bretón continua mostrándose frio y distante ante la sentencia, sólo el descenso de su mirada nos indica el desanimo y tristeza.