Cáncer infantil

Un nuevo robot ayudará a los niños con cáncer en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla

Haru sustituirá a Curro, que la unidad de Oncología Pediátrica del centro sanitario utiliza con los menores desde 2017

SEVILLA, 15/11/2023.- La directora de la Unidad de Pediatría, Catalina Márquez, sostiene al robot Curro durante la presentación del robot Curro, un humanoide que se utilizará para el diagnóstico y tratamiento de los pacientes ingresados en la planta de Oncohematología Pediátrica del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla. EFE/José Manuel Vidal
Hospital Virgen del Rocío presenta el robot CurroJosé Manuel VidalAgencia EFE

Un robot que empleará inteligencia artificial y que podrá contar cuentos, conversar, contar chistes, jugar y realizar actividades de estimulación cognitiva interactuará con los pacientes de la unidad de Oncología Pediátrica del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla.

El nuevo robot se llamará Haru, que significa "primavera" en japonés, y sustituirá al actual robot Curro, antropomórfico, de unos sesenta centímetros de altura y unos ocho kilos de peso y que desde 2017 interactúa con los niños ingresados en la unidad de Oncología Pediátrica, sobre todo animándoles a hacer los ejercicios físicos prescritos por los fisioterapeutas, informa Efe.

El nuevo prototipo lo están diseñando la Asociación Española para los Efectos del Tratamiento del Cáncer (ETC); investigadores de la Universidad de Sevilla y de la Pablo de Olavide; y la empresa tecnológica sevillana i4. Haru se presentará el próximo día 23 en la gala anual que la asociación celebrará en el Hogar Virgen de los Reyes.

Haru no tendrá forma humana, pero sí dos grandes ojos de color verde que transmitirán expresividad y dispondrá de un avatar o simulador para interactuar con él a través de una tableta, con lo cual también puede emplearse desde la casa de cada paciente.

En la presentación del proyecto, la directora de Pediatría del Virgen del Rocío, Catalina Márquez, ha destacado la buena influencia que sobre los pacientes pediátricos ha tenido Curro durante estos años, sobre todo animándolos a levantarse de la cama para hacer los ejercicios físicos requeridos.

Márquez ha asegurado que aunque el cáncer en niños es poco frecuente es la principal causa de mortandad en niños con más de un año, y que el 80 por ciento de los casos se curan, si bien algunos dejan secuelas por la enfermedad o por los tratamientos, de ahí la necesidad de contar con esta robótica social como apoyo para el seguimiento terapéutico posterior.

Cada año se diagnostican unos 80 nuevos casos de cáncer infantil en el Hospital Universitario Virgen del Rocío, y los profesionales de la Unidad de Oncohematología Pediátrica asisten más de 2.750 consultas y 750 ingresos en la planta motivados por el cáncer infantil.

En concreto, atienden más de 600 sesiones de quimioterapia oncológica, 300 sesiones de tratamiento citostático hematológico, 185 biopsias o aspirados de médula y 150 terapias intratecales.

Los avances en los procedimientos diagnósticos y tratamientos del cáncer han posibilitado una mayor supervivencia y cada vez el diagnóstico es más precoz, los tratamientos son más personalizados y eficaces.

A medida que ha ido aumentando la esperanza de vida en la población infantil diagnosticada con cáncer, se han descubierto también importantes efectos secundarios a largo plazo que limitan de manera significativa su calidad de vida, como efectos cognitivos, físicos, emocionales y, en consecuencia, sociales.

Ante ese reto se creó la Asociación ETC, sin ánimo de lucro, formada por padres y madres de niños con cáncer cuyo objetivo fundamental es ayudar a superar las secuelas que les ha provocado el tratamiento oncológico. El nombre de la asociación alude a que después del tratamiento oncológico, lejos de terminar la lucha contra la enfermedad, viene un largo ETC, las siglas de Efectos del Tratamiento del Cáncer.