La opinión de Antonio Pelayo

Perdidos en el camino

La Iglesia alemana parece haber perdido el rumbo o extraviarse en su llamado «Camino sinodal» iniciado hace tres años

Reunión de cardenales
Reunión de cardenalesAndrew MedichiniAgencia EFE

La Iglesia alemana parece haber perdido el rumbo o extraviarse en su llamado «Camino sinodal» iniciado hace tres años y clausurado en marzo. La Santa Sede dialoga con el episcopado germano para evitar decisiones que podrían alimentar tensiones y aumentar las divisiones. El 26 de julio se reunieron en Roma representantes de la Curia Romana y una delegación de la Conferencia Episcopal Alemana. En el comunicado conjunto se afirma que, como se concordó en la visita «ad limina» del pasado noviembre , «las cuestiones teológicas y disciplinares» surgidas en el Camino Sinodal «serían discutidas ulteriormente».

Roma, en numerosas ocasiones, ya ha advertido a la Iglesia alemana de que no puede adoptar decisiones que– como dijo el secretario de Estado Parolin– «no corresponden exactamente con la que es actualmente la doctrina de la Iglesia». En su histórica carta «al pueblo de Dios que peregrina en Alemania» ( 29 de junio del 2019) Francisco advertía que «la Iglesia universal vive en y de las Iglesias particulares, así como las Iglesias particulares viven y florecen en y de la Iglesia universal y si se encuentran separadas del entero cuerpo eclesial se debilitan, marchitan y mueren».

En las votaciones finales los sinodales alemanes adoptaron decisiones favorables a la ordenación sacerdotal de las mujeres, a las bendiciones de las parejas homosexuales, compartir la eucaristía con los protestantes y sobre todo el nombramiento de los obispos que pueden ser elegidos por los fieles y no designados por el Papa. También proponen la creación en cada diócesis de un Consejo Sinodal con activa presencia de seglares, una estructura que de facto condicionaría la autoridad del obispo. Roma ya ha advertido que esta sugerencia no es aceptable ni a nivel local y mucho menos nacional.