Phoenix recurre a un «protector solar» para enfriar el asfalto

Este verano en Estados Unidos millones de personas combaten el calor extremo con lo que pueden, desde ventiladores y aire acondicionado hasta abanicos y duchas de agua bien fría. En Phoenix (en el estado de Arizona) el pavimento alcanza temperaturas tan altas que realmente se puede llegar a freír un huevo, lo cual no es una exageración.

El año pasado, que fue mucho más fresco, el Arizona Burn Center registró durante los meses estivales alrededor de 85 pacientes que sufrieron quemaduras relacionadas con el calor en las aceras. Para evitar situaciones similares, la ciudad ha aumentado el número de calles que enfriará este verano con un revestimiento especial que «en lugar de retener el calor y liberarlo lentamente durante la noche, hace que las calles reflejen la luz del sol», ha explicado el director de Respuesta y Mitigación de Calor en la ciudad estadounidense, David Hondula.

El Programa Piloto de Pavimento Fresco, que arrancó en 2021 con excelentes resultados, es posible gracias a una colaboración de la ciudad de Phoenix con la Universidad Estatal de Arizona. Tras varios años recopilando datos e información llegaron a la conclusión de que la temperatura del pavimento era mucho más baja en las zonas donde se había aplicado este revestimiento reflectante, que consiste en una fina capa de producto gris hecha a base de «asfalto, agua con un agente emulsionante (jabón), cargas minerales, polímeros y materiales reciclados», explica el ayuntamiento de Phoenix en su página web.

El material, que se puede aplicar rociando la superficie con una pistola o bien con una escobilla de goma, se trabaja hasta conseguir un acabado mate que resulta muy similar al del asfalto tradicional.

De momento este producto anti-calor se está colocando sobre el asfalto de vecindarios y estacionamientos, «donde el beneficio inmediato es más necesario», asegura el ayuntamiento.

En estas áreas está ofreciendo excelentes resultados, con temperaturas más bajas no solo en la superficie sino también en la parte inferior del pavimento. En su aplicación se están teniendo muy en cuenta los costes, ya que «el material de pavimento frío es más costoso que los materiales que usamos habitualmente, pero los resultados sugieren que es eficaz y duradero», y al fin y al cabo se está sufragando con dinero público.

El asfalto no es el mejor aliado en esta época del año, acumula y retiene el calor durante el día y lo libera por la noche. Además, las temperaturas más altas conducen a un mayor consumo de energía, con «más emisiones de gases de efecto invernadero y contaminación», explica la ciudad, por lo que este programa también juega a favor del planeta.

La ciudad de Los Ángeles (California) con temperaturas que están alcanzando los 48 grados centígrados este verano, se ha sumado a esta iniciativa con excelentes resultados. Además, la ciudad californiana se enfrenta el mismo problema que Phoenix, un gran número de personas sin hogar viviendo en las calles, que corren un mayor riesgo de muertes relacionadas con el calor. Por eso David Hondula ha dicho que su oficina también está trabajando en plantar más árboles en la ciudad, que puedan ofrecer una buena sombra a la que arrimarse.

Récord de calor

Las temperaturas están siendo especialmente elevadas en Phoenix este verano, donde el termómetro no ha bajado de los 43 grados centígrados en el último mes. Los 31 días consecutivos bajo ese calor extremo superaron así de largo a los de la anterior racha, que fue de 18 días.

Julio de 2023 pasará a los libros de historia para muchas localidades del sur de Estados Unidos. Así, más de dos docenas de ciudades desde California hasta Florida acabaron batiendo récords del mes de julio más cálido. Baton Rouge, Louisiana; Kingman, Arizona; Miami y Las Vegas fueron algunas de ellas.

El Grupo de Trabajo Interagencial (IWG) de la Casa Blanca sobre Calor Extremo, junto con el NIHHIS, desarrollan una Estrategia Nacional de Calor centrada en la equidad y la justicia ambiental. Buscan apoyar a las poblaciones vulnerables y discutir cómo el gobierno federal puede brindar apoyo a los socios estatales, locales y tribales para equipar mejor a las comunidades en la gestión.

Algunos legisladores afirman que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) debería proporcionar asistencia financiera a los estados que sufren olas de calor extremo de manera similar a como sucede frente a huracanes, tornados o inundaciones.