Narcotráfico
La Policía Nacional desmantela una de las mayores organizaciones de distribución de drogas sintéticas
Se han intervenido 150.000 pastillas de éxtasis, 135 kilogramos de speed, 25 de ketamina, cuatro de cocaína rosa, 900 viales de anabolizantes y más de 10.000 litros de precursores.
Agentes de la Policía Nacional, en una operación conjunta con la Police Nationale de Francia coordinada por el Juzgado de Instrucción número 1 de Alcalá de Henares, han desarticulado una de las mayores organizaciones criminales internacionales dedicadas al tráfico de drogas sintéticas tras desabastecer los almacenes en el eje norte de España. En los 11 registros que se han llevado a cabo -Barcelona, Burgos, Cantabria y Madrid- se han intervenido 150.000 pastillas de éxtasis, 135 kilogramos de speed, 25 de ketamina, cuatro de cocaína rosa, 900 viales de anabolizantes y más de 10.000 litros de precursores. Han sido arrestadas un total de 13 personas entre las que se encuentra el líder de la organización, el encargado de la transformación de los productos sintéticos y el resto de la estructura criminal que distribuían la droga en el norte de España, sur de Francia, Barcelona, Ibiza y Madrid. Además se ha desmantelado un complejo laboratorio de procesamiento de speed y otro de producción y distribución de anabolizantes.
La investigación se inició por parte de la Policía Nacional española y la Policía Nacional francesa cuando tuvieron conocimiento de la existencia de una organización dedicada al tráfico de drogas sintéticas que eran distribuidas en la zona norte de España y en zona sur de Francia. El avance de las pesquisas permitió averiguar que la estructura criminal carecía de límites geográficos en su actividad, detectando que operaba en Cantabria y Burgos así como en la provincia de Barcelona, Ibiza y Madrid.
Los agentes detectaron que al frente de la organización había un español conocido como “el Jefe”, que presuntamente se encargaba de transportar la droga desde los Países Bajos a nuestro país. Desde su domicilio en Barcelona, presuntamente, coordinaba todas las actividades necesarias para la importación, transformación y distribución de sulfato de anfetamina. Para ello, la red criminal disponía de un lugar de almacenamiento, conocido como “guardería”, donde ocultaban y “enfriaban” la droga bajo la supervisión de otro responsable de la estructura que se encargaba de la ocultación conocido como “caletero”.
Las pesquisas permitieron averiguar que, una vez recibida la droga en Barcelona, era trasladada hasta la localidad madrileña de Alcalá de Henares, donde se detectó un laboratorio regentado por una persona conocida por los restantes como el “químico” que, presuntamente, era el responsable de la transformación de los productos sintéticos en sulfato de anfetamina (speed). La sustancia estupefaciente, elaborada en dicha localidad, era distribuida por el norte del territorio nacional detectándose tres importantes ramas de distribución. Este “químico”, según pudieron averiguar los agentes, llevaba al mismo tiempo un negocio paralelo en Barcelona junto a su madre, quien además de ayudar a distribuir parte del producto que producía, le asistía en la fabricación y distribución de sustancias anabolizantes.
Las averiguaciones sobre la estructura criminal de la organización, detectaron la existencia de una rama de distribución de la droga en Burgos y Cantabria. En Burgos, el distribuidor de la droga se servía de dos miembros más del grupo que cubrían los desplazamientos para trasladar la droga. Utilizaban para ello vehículos lanzadera y con compartimentos estancos, conocidos como “caletas”, donde ocultaban la droga para su transporte incluso en el motor del vehículo.
Una vez allí, era entregada a una tercera persona ajena al mundo delincuencial para no llamar la atención moviendo la droga en bolsas de la compra con el fin de no llamar la atención. Esta rama de la organización operaba en la región norte del país, con especial incidencia en el País Vasco y trasladaban la droga hasta una “guardería” ubicada en un pequeño municipio cántabro empleando extremas medidas de seguridad.
Una vez que los investigadores establecieron los distintos roles de los integrantes de la estructura criminal, establecieron un dispositivo de forma simultánea para llevar a cabo un total de 11 registros de manera simultánea en las provincias de Burgos (3), Cantabria (1), Barcelona (5) y Madrid (2).
En la localidad burgalesa se llevaron a cabo tres registros domiciliarios en los que se intervinieron numerosas cantidades y variedad de drogas para el mediano y pequeño tráfico –cocaína, MDMA, éxtasis, hachís y marihuana-. En uno de los domicilios, utilizado como “guardería”, los agentes intervinieron alrededor de 22 bolsas, con un kilogramo cada una, envasadas al vacío con sulfato de anfetamina y diversos útiles destinados precisamente a la distribución de la misma, tales como básculas, máquina envasadora y bolsas entre otros.
En el caso de Cantabria, la red estaba presuntamente liderada por un varón apoyado por tres mujeres, dos de ellas familiares y encargadas de la distribución del estupefaciente que trasladaban desde Alcalá de Henares. En esta comunidad, se realizó un registro en el que se localizaron 30 bolsas envasadas al vacio, con un peso de un kilogramo cada una, que contenían sulfato de anfetamina junto a diversos útiles destinados a la distribución de la droga. Además se intervinieron cinco armas cortas de diversos calibres, un arma larga, un inmovilizador electrónico, más de 200 cartuchos, cargadores y armas blancas.
En Barcelona se intervienen 28 bolsas que contenían 150.000 pastillas de éxtasis, así como otras sustancias estupefacientes entre las que se encuentran 25 kilogramos de ketamina, cuatro de cocaína rosa y diversos útiles para poder envasar al vacío y distribuir este tipo de sustancias.
Un laboratorio de anabolizantes
También en la provincia barcelonesa se llevó a cabo un registro en el domicilio de la madre del conocido como “el químico” que, de forma paralela, presuntamente regentaba un laboratorio de anabolizantes en el que se intervinieron una importante cantidad de sustancias dopantes, así como sustancias de corte tipo lidocaína, ácido bórico y cafeína entre otras.
Por último, en el domicilio del líder de la organización se intervinieron diversas armas como dos inmovilizadores electrónicos, dos defensas extensibles, cartuchería de diversos calibres y un lanzador de munición de goma.
Un laboratorio con capacidad para fabricar 100 kilos de speed al mes
En el laboratorio, ubicado en la localidad madrileña de Alcalá de Henares, se intervinieron nueve bolsas de un kilogramo cada una con speed y un bidón con aceite de speed de 25 litros. Durante el registro de la nave se localizaron 8.000 litros de productos químicos y bidones de hasta 1.000 litros de capacidad, que según los investigadores permitirían a la organización criminal fabricar 100 kilos de speed al mes.
Este laboratorio clandestino requería de procedimientos de complejidad y conocimientos específicos de química para llevar a cabo la transformación del aceite de speed en speed. Con el reactor químico del que disponía la organización y según sus dimensiones, podrían haberse producido unos 72 kilogramos semanales, pues no tendrían que depender de la importación de aceite, al poder fabricarlo ellos mismos.
Durante los registros practicados además se han intervenido un total de 12 vehículos, algunos de ellos con habitáculos ocultos, tipo “caleta” especialmente diseñados para el transporte de estupefacientes y dinero, así como un total de 39.750 euros en metálico.
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