Fuerzas de Seguridad

La Policía Nacional de Zaragoza desmantela una banda que robaba los datos para sacar dinero de los cajeros y hacer compras on line

Se hacían pasar por responsables de una entidad bancaria y llamaban a las víctimas para alertarles de movimientos sospechosos en sus cuentas

Los ciberdelincuentes se hacían pasar por responsables de una entidad bancaria
Los ciberdelincuentes se hacían pasar por responsables de una entidad bancariaArchivo

Agentes de la Policía Nacional de Zaragoza han detenido a ocho personas, entre 18 y 43 años de edad, como responsables de un delito de pertenencia a grupo criminal y de numerosos delitos de estafa. Las investigaciones comenzaron cuando la responsable de una sucursal bancaria alertaba a la Policía de que un hombre estaba intentando sacar dinero sin tarjeta de un cajero; como tenía problemas para ejecutar la operación, se ofreció a ayudarle.

En el lugar se personó una patrulla del Grupo Operativo de Respuesta y comprobó que el individuo intentaba extraer dinero sin tarjeta de una cuenta que no era suya. Los agentes averiguaron que el día anterior esta misma persona había hecho un reintegro de 2.490 euros en el mismo cajero y de otro titular que ya había denunciado los hechos, por lo que procedieron a su detención.

Al día siguiente, otro hombre intentaba realizar también un reintegro en el mismo cajero. En este caso, la responsable volvió a alertar a la Policía Nacional y los agentes de Seguridad Ciudadana comprobaron que pretendía sacar 2.500€ de una cuenta que no era la suya. Estas dos detenciones dieron lugar al inicio de una investigación dirigida por agentes de la Brigada Provincial de Policía Judicial. Resulta que un tercero había captado a los dos arrestados para realizar las retiradas de efectivo en cajeros gracias a los datos obtenidos mediante phishing en aplicaciones de banca online.

El modus operandi para realizar este tipo de extracciones sin tarjeta consiste en introducir en el cajero el número de DNI/NIE, fecha de nacimiento, clave de seguridad y mensaje de texto con un código. Toda esta información (datos de clientes) era obtenida mediante llamada telefónica a la víctima haciéndose pasar por trabajador o responsable de la entidad bancaria. Le convencían de que se había realizado una transferencia o movimiento bancario en su cuenta por un importe elevado y que para poder anular la transacción debía de facilitarles la clave (SMS) y el resto de los datos de la tarjeta de débito.

Esta última persona (captador) también estaba siendo investigado por supuestas compras en plataformas online; hacía los pagos con tarjetas de terceras personas, víctimas que residían en diferentes localidades del país.

En este caso, el modus operandi consistía en adquirir los datos de tarjetas de entidades financieras y hacer compras masivas en diferentes páginas webs; modificaban los teléfonos de las víctimas, las direcciones de entrega y la identidad del receptor. Fue así como consiguieron identificar a varias personas, entre los que se encontraban tres de los detenidos anteriormente, que se encargaban de realizar estas compras online (más de 500 pedidos) y adquirir los productos sin ningún coste para ellos.

El cabecilla de esta organización, un hombre de 27 años, obtenía fraudulentamente los datos de clientes de entidades financieras y los facilitaba al resto de la organización para que se apoderaran del dinero en cajeros o para hacer compras de productos por internet y quedarse con ellos.

A estos individuos se les conoce como “mulas”. Son el eslabón más bajo de la organización, los que se encargan de hacer la parte más visible de la estafa como extraer el dinero en los cajeros o realizar las compras por internet y recoger los pedidos personalmente.