
Tras los incendios
Preocupación por el suministro de agua en Galicia en las zonas quemadas: "El Sil baja chocolate puro"
El arrastre de cenizas por las lluvias pone en alerta a los alcaldes de las localidades afectadas por los incendios de este verano

Los alcaldes de los distintos municipios de Orense que se han visto afectados por los incendios del mes de agosto en la provincia han trasladado problemas de arrastre de ceniza y restos a ríos y manantiales a causa de las lluvias y han comenzado a buscar alternativas para garantizar el abastecimiento y el suministro. "El Sil baja chocolate puro", ha declarado el alcalde de O Barco de Valdeorras, Aurentino Alonso (PSdeG), al ser consultado por Europa Press sobre la existencia de problemas de arrastre en el municipio.
En esta línea, Alonso ha señalado que "de momento", el núcleo urbano del municipio "no es de los más afectados", ya que cuenta con una captación que "no sufrió daños por el incendio", pero ha destacado que, "si en un momento dado falla", será necesario "bombear agua" del río Sil. Pero avisa de que este río sí se ha visto especialmente afectado "aguas arriba" por "muchos incendios muy grandes", entre ellos el de las Médulas o el del Bierzo. "Tendríamos un problema gordísimo si llega a fallar la captación", ha lamentado.
Asimismo, el regidor de O Barco ha incidido en que el municipio tiene "seis o siete pueblos" que "sí tienen problemas porque no están conectados a la red urbana" del Ayuntamiento y cuentan con sus propias captaciones que "cogen agua en superficie en los regatos". Por ello, ante "pendientes muy pronunciadas", la ceniza "baja escopetada hacia abajo" provocando que "estén empezando a resurgir los problemas de arrastre que ya tuvimos la semana pasada".
Un escenario que también ha trasladado el alcalde de Vilamartín de Valdeorras, Enrique Barreiro (PSdeG), quien ha explicado que, a causa de las lluvias que se han producido estas últimas semanas, diversas zonas del municipio se han quedado sin agua "durante dos, tres y hasta cuatro horas". Una situación que complica "mantener el agua en las condiciones adecuadas para su uso doméstico", puesto que una vez que regresa a los domicilios "esa agua solo vale para el baño".
Asimismo, Barreiro ha trasladado que el Ayuntamiento cuenta con cuatro captaciones "directamente en el lecho del arroyo" que "se ven afectadas cada vez que llueve un poco" y, "si llueve mucho quedan colapsadas inmediatamente".
"Tenemos miedo de lo que pueda pasar con los cauces de los ríos que no van a estar preparados para aguantar esa cantidad de agua que va a bajar por los barrancos", ha añadido Barreiro.
También el alcalde de A Gudiña, Néstor Ogando (PSdeG), ha trasladado su preocupación ante arrastres que "cuando llueva con más potencia irán para los ríos", y ha lamentado que "de momento no hay grandes actuaciones hechas". "Tuvimos la suerte de que está lloviendo muy moderadamente", ha añadido.
Tareas de contención
En esta línea, los ayuntamientos han comenzado ha realizar labores de contención para corregir los arrastres. Entre ellos, el alcalde de Chandrexa de Queixa, Francisco Rodríguez (PPdeG), ha explicado que, entre las principales acciones, el municipio ha corregido manantiales y construido "cercos de paja" a su alrededor de tal forma que "si viene una lluvia torrencial" los restos "se desvíen y no lleguen a los manantiales", que "están prácticamente todos en la zona que ardió".
En esta línea, Rodríguez ha afirmado que, desde el Ayuntamiento, están "en contacto con los pueblos" para "poder corregir cualquier problema que surja", y "controlando y minando prácticamente todos los días de la semana" para revisar "si cambia de color el agua o se enturbia", pero ha señalado que "de momento" no han tenido problemas.
"No nos descuidamos sobre ese tema, hay que ir prevenido antes de que pase, que puede pasar, porque ahora viene el mal tiempo, viene el invierno y puede haber de todo", ha añadido el regidor popular.
Soluciones que también ha trasladado el alcalde de Laza, Jose Ramón Barreal (PP), entre ellas, "zonas de contención en los regatos", así como "zonas con alguna empalizada" en los cauces de las zonas quemadas para "evitar que no lleguen abajo las cenizas".
En esta línea, Barreal ha explicado que, entre el río y los territorios afectados por incendios, "existen parcelas agrícolas y están dos carreteras" que "funcionan como un drenaje natural" y "no permiten que las cenizas lleguen al río", y ha señalado que el Ayuntamiento ha desbrozado y limpiado "todos los regatos que acceden a este".
"Queremos hacer alguna inversión más que hemos pedido a la Xunta, para construir algunos depósitos de drenaje para evitar que las cenizas lleguen a los depósitos de agua", ha añadido.
También el regidor de O Barco de Valdeorras ha señalado que entre voluntarios del Ayuntamiento y de otros municipios "se han realizado trabajos de protección" para "evitar arrastres importantes", pero ha explicado que "con la ceniza que va diluida ya en el agua poco se puede evitar".
Asimismo, en Vilamartín de Valdeorras se han construido albarradas y fajinas que "funcionan cuando llueve con suavidad" en la captaciones de Valdegodos, Arcos y San Miguel, pero su alcalde ha reclamado que "hacen falta más". También el regidor de A Gudiña ha explicado que las "lluvias moderadas han ido fijando ceniza sobre el terreno", creando "una pequeña capa" que "ha condensado las cenizas".
2.000 botellas almacenadas
Ante problemas futuros, el regidor popular de Chandrexa de Queixa, Francisco Rodríguez, ha explicado que el Ayuntamiento ha almacenado "2.000 botellas de dos litros de agua" ante la posible necesidad de "llevar o suministrar agua a algún pueblo".
"En ese aspecto estamos prevenidos, porque puede pasar y no se puede poner la mano en el fuego porque hay cosas que no se pueden prevenir de la noche a mañana", ha lamentado.
También en O Barco de Valdeorras el Ayuntamiento ha puesto a disposición de vecinos de la comarca fuentes y "cajones con varios grifos" y su alcalde, Aurentino Alonso, ha explicado que "continuamente llegan furgonetas con garrafas". Sin embargo, ha destacado se trata de "agua para consumo tanto para beber como para cocinar", pero "no para la higiene".
"La solución es muy complicada", ha lamentado Alonso, que ha matizado que, de ser necesario recurrir al río, "el problema vendrá si los filtros no son capaces de aguantar todo lo que pueda venir" al depurar y limpiar el agua. "Hasta que no ocurra no sabemos como van a responder los filtros", ha añadido.
Por su parte, en el municipio de A Gudiña, el alcalde, Nestor Ogando, ha recalcado que se desarrollan labores de análisis de agua "mañana y tarde" para que "en el momento en el que entre alguna turbidez" se puedan "cortar los manatiales" y recurrir al "bombeo de los pozos". "Tocamos madera porque de momento nos estamos salvando, el río no va cargado estos días", ha celebrado.
Búsqueda de soluciones
"Hacen falta todas las administraciones y hace falta reunirse de urgencia para saber como se va a atajar esa situación", ha trasladado el regidor socialista de Vilamartín de Valdeorras, Enrique Barreiro, que ha lamentado que los municipios afectados "no tienen capacidad para resolver este asunto". "Tenemos que ponernos todos de acuerdo para saber qué es lo que nos toca hacer a cada uno y ponernos a trabajar", ha añadido.
A renglón seguido, Barreiro ha señalado que la solución "puede ser hacer algún tipo de convenio" que "separe" las competencias de cada administración "para resolver este asunto antes de que haya una desgracia mayor".
"Tuvimos una comparecencia varios alcaldes de la zona para decir también a la Xunta que nosotros no tenemos capacidad para actuar", ha añadido también el alcalde de O Barco.
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