Barcelona

Prohibido el alquiler turístico de pisos en Palma

Se aplicará en un año y las multas oscilarán entre los 20.000 y los 400.000 euros, tanto para particulares como empresas.

Pintada aparecida en una fachada de Palma de Mallorca contra la masificación turística
Pintada aparecida en una fachada de Palma de Mallorca contra la masificación turísticalarazon

Se aplicará en un año y las multas oscilarán entre los 20.000 y los 400.000 euros, tanto para particulares como empresas.

Palma de Mallorca cierra la puerta al alquiler turístico de pisos sin las correspondientes autorizaciones, tanto a particulares como a empresas de «marketplace» tipo Airbnb. En el plazo de un año, los primeros se verán expuestos a multas de entre 20.000 y 40.000 euros, mientras que las segundas afrontarán sanciones de hasta 400.000 euros. Así lo acordó ayer el Consistorio tras aprobar una iniciativa popular con los votos a favor de Més per Mallorca (MÉS) y Podemos, la abstención de PP y PSOE y el voto en contra de Ciudadanos.

Al igual que Barcelona, Palma llevaba tiempo declarando la guerra a lo que los vecinos denominan «turismo de masificación». Joan Forteza, presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Palma, ha sido el impulsor de esta iniciativa popular, que en apenas tres meses contó con el apoyo de 6.076 firmas ciudadanas, así como el apoyo de otras 15 entidades. «Estábamos preocupados por sus efectos negativos: los turistas están tan dispuestos a pagar altas cantidades por el alquiler que la población trabajadora de Mallorca no puede acceder a una vivienda. Se están pagando 170-180 euros de media por noche, lo que vienen a ser unos 2.000 euros a la semana. Los propietarios prefieren al turista antes que al residente, que no puede llegar a esa cantidad ni de lejos», asegura Forteza a LA RAZÓN.

Pero éste es sólo uno de los inconvenientes que sufre una isla que recibe al año unos 15 millones de visitantes, cuyas temporadas turísticas se han alargado de marzo a noviembre, y que sólo para esta temporada ha tenido un desembarco de 100.000 coches de alquiler: servicios como el de la Policía y el de recogida de basuras comienzan a «no funcionar» como deberían, debido a que tienen que atender a toda esta «marea» de visitantes; sin contar, además, que «pasear o circular por el centro de Palma se ha convertido en algo imposible».

¿Hablamos de «turismofobia»? «Han aparecido pintadas por parte de gente que no nos representa. Reconocemos que vivimos del turismo. Pero podemos perderlo si los servicios no funcionan, si desaparece el comercio tradicional... Queremos calidad turística», asegura.

Es cierto que, recientemente, el Govern balear permitió un alquiler de pisos de 60 días máximo, dentro del marco de la Ley de Arrendamientos Urbanos. Eso sí, como apunta Forteza, ese alquiler estará supeditado a la «zonificación» de cada Ayuntamiento, a realizar en un año de moratoria, y que establecerá unas zonas determinadas donde podrá llevarse a cabo. Sin embargo, la ley aprobada en Palma determina que no hay zonificación: en toda la ciudad, no sólo en el centro histórico, estará prohibido el alquiler ilegal en pisos. No así en chalets, donde sí se permitirá.