
Curiosidades
¿Por qué no beben café los mormones? Tradiciones y mitos
En los últimos años, la Iglesia ha publicado aclaraciones para disipar dudas entre jóvenes en plena cultura de cafeterías y bebidas "de autor"

La prohibición del café convive hoy con un contexto muy distinto al de hace décadas. Las cafeterías se han convertido en lugares de reunión, el café de especialidad es un símbolo urbano y cadenas como Starbucks abren locales incluso en ciudades con fuerte presencia mormona. Para generaciones mayores, entrar a una cafetería podía ser tabú, pero sucede lo contrario para muchos jóvenes. Sin embargo, la Iglesia lo dejó claro: por muy sofisticado que sea el nombre, toda bebida con café está prohibida.
Esa insistencia refleja un debate interno más amplio: líderes que subrayan que el código busca el beneficio físico y espiritual frente a una base joven que, según encuestas citadas por autores mormones,relaja más la norma que sus padres. También ayuda a entender el ruido cultural en redes donde conviven testimonios estrictos con narrativas de "lagunas" o atajos de conducta que muchos miembros rechazan.
Qué es la "Palabra de Sabiduría" (y por qué incluye el café)
La base doctrinal es una revelación atribuida a Joseph Smith en 1833. No es una dieta, sino un compromiso espiritual de cuidado del cuerpo que prohíbe alcohol, tabaco, drogas ilegales, café y té. Obedecerla funciona como seña de identidad comunitaria. La Iglesia ha emitido aclaraciones puntuales con el paso del tiempo: en 2012 precisó que los refrescos con cafeína no vulneran la norma; en 2019 recordó que nombres como moca, latte o cualquier "-ccino" sí entran en la prohibición, incluso si aparecen en batidos o mezclas "de autor".
Entre la norma y la vida diaria
La expansión de las cafeterías normalizó que parte de la juventud mormona entre a estos locales y pida opciones "seguras". Académicos y autores dentro de la IJSUD (La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días) han observado más flexibilidad en menores de 51 años, lo que explica el tono pedagógico de 2019: no cambió la regla, la reafirmó con ejemplos prácticos. Al mismo tiempo, la Iglesia insiste en que el objetivo del código es doble -físico y espiritual- y que las aclaraciones llegan cuando cambian los hábitos sociales.
Entonces, ¿por qué no al café?
Porque, para la IJSUD, no es un asunto nutricional, sino religioso. Café y té forman parte del conjunto de sustancias desaconsejadas por revelación, evitarlas es un acto de obediencia. Alrededor hay matices aplicados (refrescos con cafeína no están prohibidos, el vapeo sí y el cannabis, solo con receta), pero el núcleo permanece: moderación, sobriedad y vigilancia sobre lo que se consume.
✕
Accede a tu cuenta para comentar