Belleza

Moda viral o un tratamiento serio: los mitos más comunes del dermaplaning

El dermaplaning promete un rostro de revista al eliminar el vello fino y las células muertas con una cuchilla, pero esta popular técnica de exfoliación no está exenta de riesgos y serias contraindicaciones para ciertos tipos de piel

Dermatólogos advierten de los peligros de tomar el sol sin crema solar para "coger más bronceado"
El resultado que se persigue es una piel de aspecto renovado, más lisa y radianteEuropa Press

Lejos de ser una solución universal, el dermaplaning, esa técnica de exfoliación con cuchilla que triunfa en redes sociales, no es apta para todo el mundo. Los dermatólogos lanzan una advertencia clara: las pieles con acné activo, rosácea, eczema o cualquier tipo de brote, como un herpes, deben abstenerse por completo. Someter una piel inflamada o con lesiones a este procedimiento supone un riesgo de empeoramiento considerable, pudiendo agravar la afección y extender infecciones. Esta advertencia es crucial, ya que incluso figuras públicas como Victoria Beckham han hablado abiertamente de sus problemas de piel, lo que subraya la importancia de un diagnóstico profesional antes de probar técnicas tan invasivas.

De hecho, la brecha entre el tratamiento profesional y el intento casero es abismal. Mientras que en una clínica se utilizan cuchillas de grado quirúrgico en un entorno controlado, los kits domésticos que inundan internet elevan el peligro de sufrir cortes, irritación e incluso infecciones si la higiene es deficiente. Es crucial entender las consecuencias de una mala praxis, ya que la barrera protectora de la piel del rostro es especialmente delicada y vulnerable. Esta tendencia forma parte de una ola de trucos de belleza virales, similar a la técnica del uso de una cuchara y crema para un supuesto efecto lifting, que no siempre cuentan con el respaldo de los expertos.

Por otro lado, uno de los grandes temores que frena a muchas personas es la creencia de que el vello facial, una vez rasurado, crecerá más grueso y oscuro. Se trata de un mito persistente que, sin embargo, carece de base científica, desmienten otros expertos del sector. El procedimiento no altera la estructura del folículo piloso; simplemente corta el vello a ras de piel, por lo que este vuelve a crecer con su grosor y color originales.

Qué es y qué se busca realmente con esta técnica

En esencia, el dermaplaning es un procedimiento de exfoliación física muy preciso. Con una hoja específica, un profesional cualificado se encarga de retirar con sumo cuidado la capa más superficial de la piel. En este proceso no solo se eliminan las células muertas acumuladas, sino también el vello fino, conocido popularmente como «pelusa de melocotón», que a menudo resta luminosidad al rostro.

El resultado que se persigue es una piel de aspecto renovado, más lisa y radiante. Al eliminar esa capa externa de impurezas, se consigue una textura visiblemente mejorada y se potencia la capacidad de la piel para absorber los productos cosméticos que se apliquen posteriormente, como sérums o cremas hidratantes, multiplicando así su eficacia. Para aprovechar al máximo esta capacidad de absorción mejorada, es fundamental elegir los productos adecuados, como algunas de las mejores cremas hidratantes para piel seca recomendadas por dermatólogos.

Por todo ello, la recomendación de los especialistas es unánime: la consulta previa con un dermatólogo es un paso ineludible. Este profesional es el único capacitado para evaluar las características de cada piel y determinar si la técnica es segura y adecuada. Además, el cuidado posterior es igualmente importante: es fundamental mantener la piel muy bien hidratada y, sobre todo, evitar tocarse la cara para no transferir bacterias a un cutis que, temporalmente, se encuentra mucho más sensible y expuesto.