¿Por qué los papas electos deben cambiar su nombre de pila? Esta es la razón

Cuando un cardenal es elegido como nuevo pontífice, una de las primeras decisiones que debe tomar es elegir un nuevo nombre. Aunque no existe una norma que obligue al papa a cambiar su nombre de pila, lo cierto es que esta tradición lleva más de un milenio vigente y está tan arraigada en el protocolo del Vaticano que se considera casi inevitable. ¿Pero por qué sucede esto?

¿Por qué los papas electos deben cambiar su nombre de pila? Esta es la razón

El cambio de nombre simboliza una transformación, ya que el cardenal electo deja atrás su identidad anterior para asumir la del Vicario de Cristo, cabeza de la Iglesia Católica. Esta práctica encuentra un paralelo en varios episodios bíblicos en los que Dios cambia el nombre de sus elegidos como señal de una nueva misión.

Es el caso de Simón, que pasó a ser Pedro, o de Saulo, que se convirtió en Pablo tras su conversión. De manera similar, el nuevo papa adopta un nombre que suele reflejar los valores, referentes espirituales o intenciones pastorales que quiere marcar durante su pontificado.

Lo que significa elegir y no elegir ciertos nombres

Curiosamente, no todos los nombres están disponibles o se consideran apropiados. Por ejemplo, ningún papa ha vuelto a llamarse Pedro, en honor al primer pontífice, San Pedro. Esto responde a un gesto de respeto.

Tampoco se ha elegido nunca el nombre de Mateo, y Lucas ha sido evitado sistemáticamente. En cambio, nombres como Juan han sido elegidos por más de veinte pontífices, convirtiéndose en el más utilizado a lo largo de la historia. Esto puede deberse a la carga espiritual, bíblica y tradicional que ese nombre ha acumulado.

Estos son otros de los nombres más utilizados en el mundo:

• Juan: 21 veces.
• Gregorio: 16 veces.
• Benedicto: 15 veces.
• León e Inocencio: 13 veces.

Una señal para los fieles y para la historia

El nombre papal no es un simple formalismo, sino que envía un mensaje inmediato al mundo católico sobre el carácter y las prioridades del nuevo pontífice. Al igual que una marca define a una empresa, el nombre define al papa ante los ojos de los fieles y marca el tono de su pontificado.

Este gesto es tan significativo que forma parte de uno de los momentos más solemnes de la historia eclesiástica moderna el "habemus papam". En ese instante, el nuevo pontífice anuncia el nombre que ha elegido el nuevo pontífice, y con él, comienza simbólicamente una nueva era para la Iglesia.