Ciclismo

La Seguridad del comienzo del Tour en el País Vasco, en peligro por el conflicto de la Ertzaintza

La prueba se inicia el 1 de julio en Bilbao y están previstas tres etapas por carreteras de la comunidad, que deben ser vigiladas por los agentes autonómicos

Dos ertzainas, en un control de tráfico en Vitoria
Dos ertzainas, en un control de tráfico en VitoriaIñaki BerasaluceArchivo

“Sin convenio, no hay Tour”. Es el lema de la plataforma asindical “Ertzainas en lucha”, que en pocos meses ha logrado un gran tirón entre los agentes vascos y que, pese a diferencias internas, forman parte de una reivindicación general, promovida por los sindicatos tradicionales del cuerpo, como ERNE, ELA, SIPE, EUSPEL, ESAN, EKOS y EBE, de la Policía autonómica con el fin de mejorar las condiciones, no sólo salariales, en las que deben realizar su trabajo. El Tour de Francia, uno de los grandes eventos deportivos mundiales, arranca este año en Bilbao y la seguridad del mismo está, en estos momentos, comprometida ya que el Gobierno vasco, a falta de avances en las negociaciones, ha decidido echar mano de los alumnos de la academia de Arkaute que, según fuentes sindicales consultadas por LA RAZÓN, no cuentan aún con la formación profesional para enfrentarse a incidentes de importancia que se pudieran plantear durante el desarrollo de la prueba.

La primera etapa tendrá salida y llegada en Bilbao el 1 de julio con 185 kilómetros distribuidos en un itinerario circular que recorrerá en la costa vizcaína la reserva de la biosfera de Urdaibai. Cruzará en dos ocasiones la localidad de Gernica-Lumo, con subidas al Vivero y Pike Bidea y con la llegada junto al Ayuntamiento bilbaíno. Serán un total de 3.320 metros de desnivel, el mayor de la historia en el estreno del Tour de Francia. La segunda jornada, de 210 kilómetros, unirá Vitoria con San Sebastián. Recorrerá las provincias de Álava y Gipuzcoa, con una subida final a Jaizkibel, situada a 20 kilómetros de la llegada. La tercera, partirá desde la localidad vizcaína de Amorebieta-Etxano y finalizará, ya en Francia, en Bayona.

“Estamos en un impasse, a la espera de que Interior dé algún paso real, aparte de de convocar a los alumnos para suplir nuestro trabajo”, agregan las mismas fuentes sindicales. Lo que se pide es un nuevo convenio, inversiones en todos los aspectos y una subida lineal de más de 1.000 euros en el Complemento Específico General.

“Esto era una ola a presión que en algún momento iba a estallar”, reconocen las fuentes consultadas. Y fue en el pasado mes de mayo, cuando la citada plataforma asindical logró reunir en las calles de Bilbao a 4.000 agentes. A partir de ahí, la estrategia del Gobierno vasco ha sido la de tratar de dividir y acusar a los sindicatos tradicionales de estar manipulados por los de la plataforma. Aunque se han producido diferencias puntuales, lo único que ha conseguido es que, conforme pasan los días, los agentes estén cada vez más convencidos que sólo con la unión lograrán sus reivindicaciones.

Una de las protestas más llamativas se produjo cuando ertzainas que protestaban cortaron el paso del tranvía que circula por los alrededores del Parlamento vasco, en Vitoria. La reacción de la Ertzaintza encargada de restablecer el orden fue reveladora. En vez de liberar las vías, permitieron que los manifestantes cortaran el servicio de convoyes y hubo muestras de apoyo de los uniformados a los manifestantes. El Gobierno vasco no ocultó su exasperación.

Lo cierto, es que cuando faltan pocas fechas para que comience el Tour de Francia la seguridad de la prueba cilcista está comprometida.