
Subsidencia
El suelo de España se hunde: descubre las zonas más vulnerables
La subsidencia puede causar daños graves en viviendas, infraestructuras y ecosistemas

España es uno de los países europeos más afectados por la subsidencia, un hundimiento leve pero progresivo del suelo que puede causar daños graves en viviendas, infraestructuras y ecosistemas, según advierte a EFE Sebastià Olivella, profesor de Ingeniería Geotécnica de la Universidad Politécnica de Cataluña.
Este fenómeno, según el experto, se debe principalmente a la sobreexplotación de los acuíferos, derivada de las mayores necesidades hídricas que impone el clima de algunas zonas de nuestro país. Esta situación ha provocado que las tasas de hundimiento de nuestro suelo superen a la media europea. Sin embargo, estas cifras aún son inferiores a las registradas en Irán, que con 15,5 milímetros de hundimiento anual, lidera el ranking mundial en subsidencia.
Un estudio publicado el año pasado en la revista ‘Geophysical Research Letters’, posiciona a España como el país del continente europeo -sin contar a Turquía- con mayor tasa media de subsidencia del suelo: unos 2,1 milímetros al año. Las zonas más vulnerables son Albacete, Ciudad Real y la comarca del Alto Guadalentín (Murcia), donde la subsidencia puede alcanzar entre los 10 y los 50 milímetros anuales, según otra investigación publicada en ‘Nature’ en 2023.
Graves consecuencias
Olivella precisa que “un milímetro al año no es muy importante, pero un milímetro al mes ya puede causar grietas en las viviendas” y comprometer obras de ingeniería civil sin movilidad, como las vías de alta velocidad.
Además, la subsidencia puede alterar los sistemas naturales de drenaje y el flujo de las aguas, con el consiguiente incremento del riesgo de inundaciones, así como el riesgo de erosión y el deterioro y la pérdida de ecosistemas. Otro problema es el de mayor riesgo de contaminación, puesto que los movimientos del suelo pueden romper tuberías subterráneas como las que transportan el agua potable.
Cómo combatir este problema
Para combatir este problema, el experto subraya la importancia de mejorar la comunicación entre arquitectura e ingeniería, así como una gestión adecuada de las aguas subterráneas. Destaca que es fundamental recargar los acuíferos cuando hay excedentes y utilizarlos solo cuando se necesiten, ya que forman "una parte importante de nuestros sistemas de abastecimiento", especialmente en períodos de sequía.
Además, destaca que es crucial controlar las extracciones para evitar grandes variaciones en la presión, ya que una disminución excesiva "aumenta las tensiones efectivas y el suelo se comprime". El especialista recomienda la recarga artificial de acuíferos en momentos de exceso de agua, práctica que ya realizan en la cuenca del Llobregat, donde se reintegran aguas tratadas.
Aunque la subsidencia provocada por la sobreexplotación de los acuíferos tiene más impacto por afectar generalmente a zonas urbanas, las extracciones petrolíferas y algunos tipos de minería también contribuyen al hundimiento del suelo, con consecuencias aún más graves.
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