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Quiero ser como Obama

Ha puesto en marcha su cuenta personal en Twitter y, con sólo 7 mensajes, ya tiene casi tres millones de usuarios. Pero, ¿es positivo este logro? ¿Qué consecuencias acarrea?

Polémica. Algunos tuits racistas abren el debate sobre la responsabilidad de los usuarios
Polémica. Algunos tuits racistas abren el debate sobre la responsabilidad de los usuarioslarazon

Ha puesto en marcha su cuenta personal en Twitter y, con sólo 7 mensajes, ya tiene casi tres millones de usuarios. Pero, ¿es positivo este logro? ¿Qué consecuencias acarrea?

Joi Ito es, para la mayoría de las personas, un completo desconocido. Pero si se lo busca un poco en las redes resulta que es consejero de Sony y de «The New York Times», entre otra decena de compañías. Y también es el director del Media Lab, uno de los centros de mayor innovación del reconocido M.I.T. De allí surgieron el MP4, la tecnología de la película «Minority Report», la tinta electrónica del Kindle o «Guitar Hero»... entre otras 140 empresas. Fue Ito quien, en una visita al M.I.T., me comentaba que «hace poco, ser reconocido significaba haber escrito artículos científicos, publicado libros o estar en la televisión. Hoy, si el público no puede encontrarte en internet, no existes». Los artistas, los periodistas, los deportistas saben esto. Y también los políticos. Y uno de los pioneros en este aspecto de usar la red, en singular y las redes sociales en plural, para su propio beneficio, fue el todavía presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

Desde su primera campaña, casi una década atrás, Obama utilizó Facebook y Twitter para hacerse más conocido. Es cierto que no era él solo quien manejaba su cuenta, la tarea la delegó en sus responsables de campaña: Obama for America, organización que, una vez logró la elección, pasó a llamarse Organizing for Action (Organizándose para la acción) pero conservando las mismas siglas anteriores. Ellos se hacían cargo de la cuenta de Twitter del presidente de Estados Unidos (que tiene 59 millones de seguidores), y también de la de su mujer, la primera dama @MichelleObama. Pero para Barack Obama esto no era suficiente, él pretendía ser dueño y señor de sus propios comentarios y, finalmente, después de 6 años de insistir y machacar para que se creara una cuenta suya, personal, lo consiguió. Si bien es cierto que la que más ayudó fue su mujer, cuando en enero de 2013 inauguró su cuenta @FLOTUS (sigla que responde a First Lady of The United States, Primera Dama de los Estados Unidos), lo que dio el puntapié para que Obama abriera la suya, el 18 de mayo, con el usuario @POTUS (President of the United States).

Él asegura que es el único responsable de publicar allí. Justo una semana después de abrirla, Obama tiene casi tres millones de seguidores, lo que le ha convertido en la cuenta de más rápido crecimiento en la historia. Su primer tuit: «Hola, Twitter! Soy Barack, de verdad! Seis años y por fin me han dado mi propia cuenta», consiguió 290.000 retuits y 410.000 favoritos. En total, en los seis tuits que ha escrito hasta el 24 por la noche, Obama lleva casi un millón de retuits y favs. Aparentemente nadie aconseja a Obama qué puede y qué no debe publicar. En lo que sí se tiene mucho cuidado es en la privacidad. Todos los tweets que se publiquen serán archivados en una web del Estado (no del Gobierno), ya que la cuenta pasará al próximo presidente. No es extraño entonces que uno de los primeros que haya mencionado a @POTUS haya sido Bill Clinton, que, desde su propia cuenta, le preguntó: «El usuario queda en la Casa Blanca? #Preguntando por un amigo», una clara referencia a la candidatura que presenta Hillary, su mujer. La respuesta de Obama, con humor, fue: «¿Interesado en alguien conocido? ¿Quieres ser @FLOTUS?». Si #POTUS se refiere al cargo presidencial, FLOTUS es la sigla de Primera Dama de Estados Unidos. Otros que le dieron la bienvenida fueron, obviamente, su mujer («Bienvenido, ya era hora») y el vicepresidente, Joe Biden (que tampoco maneja su cuenta personalmente, sino que la lleva el Comité del Partido Demócrata).

Entre las 65 cuentas que sigue Obama se encuentran tres instituciones educativas: Occidental College, en los Ángeles, donde se graduó antes de la universidad, Columbia, donde terminó la carrera de Derecho, y Harvard, donde culminó sus estudios. También están los equipos de baloncesto, fútbol americano, béisbol y hockey sobre hielo de Chicago, donde pasó su juventud, además de instituciones oficiales y miembros del gobierno. Quizás lo más llamativo sea que se ha convertido en seguidor de George Bush padre, quien tiene en su cuenta apenas 166.000 seguidores y 31 tuits... aunque se unió hace tres años. Bush padre es la única figura política del partido republicano, adversarios tradicionales de los demócratas, como Obama o Clinton, que el actual presidente sigue en su cuenta.

Pese al éxito inmediato en esta red social, no todo lo sucedido puede considerarse un logro. O al menos una decisión sin polémica. Su presencia en las redes sociales ha permitido que algunos declaren públicamente su ira hacia Obama. El Departamento de Estado no ha dado cifras de cuántos manifestantes racistas han hecho comentarios en contra del presidente. Lo extraño es que no se han hecho desde cuentas abiertas sólo con ese propósito. Uno de esos usuarios, que responde al nombre de @_KaPoOoT, tiene casi mil seguidores y más de 59.0000 tuits. Pese a la agresividad del comentario, ninguna medida se ha tomado contra esa persona. Tampoco contra @jeffgully49, un usuario que se unió en 2010 y no sólo realizó comentarios xenófobos, sino que su imagen es la de Obama colgado de una soga. De acuerdo con Topsy, una empresa de investigación que analiza lo que se comparte en Twitter, el lunes, el día que Obama abrió su cuenta, las menciones al presidente unidas a un adjetivo despectivo subieron de 1 a 150.

Todo esto lanza a la palestra el debate, necesario, sobre las nuevas tecnologías, las redes sociales y la responsabilidad de los usuarios en la generación de contenidos que pueden resultar ofensivos y hasta punibles por ley. Quizás el éxito de Obama en su cuenta personal sirva para ello.