Telefonía

Los teléfonos fijos están volviendo y este es el desconocido motivo

El teléfono fijo, que marcó la infancia de la Generación X y los Millennials, está viviendo una inesperada segunda vida como alternativa para dar autonomía a los niños sin exponerlos a las pantallas y las redes sociales

Los teléfonos fijos están volviendo y este es el desconocido motivo
Los teléfonos fijos están volviendo y este es el desconocido motivoistock

En una pequeña ciudad de Seattle, cuatro familias decidieron hacer un pacto poco común: mantener a sus hijos alejados de los smartphones durante el mayor tiempo posible. El acuerdo, basado en la solidaridad vecinal, les dio la fuerza necesaria para resistir las peticiones constantes de los niños, que reclamaban tener un móvil a una edad temprana.

Lauren Zemer, terapeuta en el área de Seattle y madre de dos pequeños, explicó al Washington Post que ese compromiso fue clave para afrontar juntos la presión. «Habíamos acordado que afrontaríamos juntos las insistentes súplicas de los niños para que les compráramos un móvil a una edad temprana», señaló.

Un teléfono fijo pensado para niños

La alternativa llegó en octubre de 2024, cuando uno de los padres escuchó hablar de un sacerdote que había creado un teléfono fijo especialmente diseñado para niños, bajo control de los adultos. Aquella idea entusiasmó a Zemer y a sus vecinos, que apostaron por esta opción en lugar de ceder a la presión de comprar smartphones.

En apenas un año, el dispositivo conocido como “Tin Can” (“lata de conserva”) ha cambiado la dinámica de los más pequeños. Los hijos de Zemer, de 5 y 8 años, lo utilizan para organizar juegos con sus amigos sin necesidad de que los padres coordinen los planes. «Ahora tienen conversaciones más interesantes», explica la madre, comparando esta experiencia con las distracciones que sufrían antes en FaceTime, entre emoji, filtros y transformaciones en unicornios.

«Los niños estaban fascinados. Se emocionaban tanto cuando sonaba su teléfono, que saltaban del sofá para ver quién era. El hecho de que no apareciera la identidad del que llamaba era mágico: sabían que era alguien con quien querían hablar, pero no quién exactamente».

Una tendencia contra la omnipresencia del smartphone

Aunque esta iniciativa sigue siendo una excepción, cada vez más familias en Estados Unidos exploran fórmulas para retrasar el acceso de sus hijos al smartphone. Según datos del Pew Research Center, el 95% de los adolescentes de entre 13 y 17 años ya tiene o puede usar un teléfono móvil.

Frente a este panorama, algunos padres están recuperando soluciones del pasado, como los teléfonos de teclas o compromisos colectivos como el movimiento “Wait Until 8th” (“Espera hasta 8º grado”), que busca retrasar la compra del primer smartphone hasta el final de la educación secundaria básica.

En este contexto, el teléfono fijo, que marcó la infancia de la Generación X y los Millennials, está viviendo una inesperada segunda vida como alternativa para dar autonomía a los niños sin exponerlos a las pantallas y las redes sociales.