La opinión de Marta Robles

No es un tema baladí

No se deben divulgar episodios de intento de suicidio narrados en un contexto "pseudoromántico", como el que ha contado Ana Obregón

Ana Obregón pasea a su nieta por Miami
Ana Obregón pasea a su nieta por MiamiTelecinco

Esta semana, en Espejo Público, el doctor José Carlos Fuertes comentó un párrafo del libro de Ana García Obregón, donde que se relata un episodio en el que, según ella, estuvo a punto de suicidarse. El psiquiatra aseguró de manera taxativa, tras analizarlo con la minuciosidad que le caracteriza, que lo que se contaba en ese párrafo no era, ni por asomo, un verdadero intento de suicidio.

Después, lanzó la recomendación, tanto a la autora del texto como a los medios de comunicación, de que no se divulgaran episodios como el narrado dentro de un contexto de seudo romanticismo, que pueda invitar a quienes se encuentran realmente tentados a tomar tan terrible decisión, a concretarla.

Se contabilizan once suicidios cada día en España. Hay muchísimas personas que sufren en nuestro país, por distintas circunstancias, incluidas las de las pérdidas más dolorosas. De ellas, más de una decena se quita la vida. Antes se nos pedía a los periodistas que no informáramos sobre suicidios para evitar el “efecto llamada”. Con el tiempo se ha variado el criterio y se ha determinado que resulta necesario hacerlo, pero siempre con la debida cautela y sin rodear el hecho de ningún tipo de morbo.

Alrededor de la pena de Ana Obregón tras la muerte de su hijo siempre ha existido ese morbo, como consecuencia su incesante protagonismo en la prensa rosa; pero es que ahora, tras la controversia generada en torno al nacimiento de su hija/nieta, gestada a través de un vientre de alquiler, contado en exclusivas sucesivas y en un libro que incluye todos los detalles de la tristeza de la actriz hasta la llegada de la niña, se ha incrementado. Conviene atender a la llamada de atención del especialista. Este no es un tema baladí.