Datos

Uno de cada tres niños viven con una grave escasez de agua, según Unicef

Se prevé que en 27 años habrá 35 millones más de menores sufrirán las consecuencias de niveles altos de estrés hídrico

Rebeca, testimonio pobreza energética
Una mujer junto al triciclo de su hijo en una imagen de archivoCipriano Pastrano DelgadoLa Raz—n

Un reciente informe de Unicef ha puesto de manifiesto la cruda realidad que viven diariamente 739 millones de niños en todo el mundo que enfrentan la amenaza de la sed, y la advertencia de que el cambio climático podría agravar esta situación se ha hecho pública este lunes. La organización destaca la vulnerabilidad del suministro de agua en diversas regiones del planeta como uno de los principales problemas que afectan a la infancia.

La investigación de Unicef revela que uno de cada tres niños vive en áreas expuestas a la escasez de agua y a servicios de saneamiento inadecuados, situándolos en una posición de grave riesgo para su salud. Los hallazgos del informe, titulado Climate Changed Child, indican que la mayoría de estos jóvenes habitan en Oriente Medio, el norte de África y el sur de Asia, enfrentando una doble carga de escasez de agua y bajos niveles en su salubridad, lo que contribuye a enfermedades prevenibles y representa una de las principales causas de muerte entre menores de cinco años.

El informe también destaca la variedad de formas en que los niños sufren los peores impactos de la crisis climática, incluyendo enfermedades, contaminación del aire y fenómenos meteorológicos extremos como inundaciones y sequías. Desde la concepción hasta la edad adulta, el desarrollo de los niños se ve afectado por el entorno en el que crecen, con consecuencias en sus sistemas cerebrales, pulmonares, inmunológicos y otras funciones críticas.

Catherine Russell, directora ejecutiva de Unicef, enfatiza que "las consecuencias del cambio climático son devastadoras para los niños", cuyos cuerpos y mentes son particularmente vulnerables al aire contaminado, la mala nutrición y el calor extremo.

A pesar de la vulnerabilidad de los niños, han sido en gran medida ignorados en los debates sobre el cambio climático. Solo el 2.4% del financiamiento climático de fondos multilaterales clave aborda proyectos dirigidos a satisfacer específicamente carencia de la población infantil.

En este contexto, la inversión en agua potable y servicios de saneamiento se presenta como una defensa esencial para proteger a los niños de los impactos del cambio climático. El informe advierte sobre el aumento del estrés hídrico provocado por el cambio climático, proyectando que para 2050, 35 millones más de niños estarán expuestos a niveles altos o muy altos de estrés hídrico, especialmente en Oriente Medio, el norte de África y el sur de Asia.

Catherine Russell denuncia la falta de inclusión de los niños en las decisiones y políticas climáticas, a pesar de sus llamados urgentes. Insta en esta misma línea a considerar sus voces en planes de adaptación, mitigación y financiamiento climático, donde rara vez son tenidos en cuenta.