Humedades

Valentín Naranjo, experto en hogar: "Si cuando te duchas dejas la toalla mojada en el baño, podrías tener problemas de humedad"

Este peligro invisible puede contribuir a la llegada de reformas o imprevistos nunca antes contemplados, por lo que, con un simple cambio en la rutina podríamos eludir todo esto

Valentín Naranjo, experto en hogar: "Si cuando te duchas dejas la toalla mojada en el baño, podrías tener problemas de humedad"
Valentín Naranjo, experto en hogar: "Si cuando te duchas dejas la toalla mojada en el baño, podrías tener problemas de humedad"La Razón

En el día a día del hogar muchas de las prácticas que asumimos como inofensivas pueden convertirse en focos de problemas higiénicos si no se corrigen a tiempo. La rutina, la prisa o la simple costumbre llevan a pasar por alto gestos que, aunque parezcan menores, tienen un impacto directo en la salud del entorno doméstico. Uno de los casos más comunes es el mal manejo de objetos de uso diario como las toallas, los paños de cocina o los estropajos que suelen quedar húmedos tras su uso. Estos elementos, al no secarse correctamente, se convierten en un caldo de cultivo para bacterias que se propagan sin que lo notemos.

La situación se agrava en hogares con muchos miembros, donde estas malas prácticas tienden a repetirse con más frecuencia. La convivencia multiplica los descuidos y hace más difícil establecer una rutina de higiene efectiva si no existe una concienciación compartida. Las toallas mojadas, por ejemplo, se amontonan en los baños o habitaciones sin que nadie se responsabilice de colgarlas correctamente, generando humedad persistente y malos olores que afectan a todo el espacio. La solución no pasa solo por limpiar más, sino por revisar estos hábitos cotidianos que, sin ser visibles a simple vista, determinan en gran medida la salubridad del hogar.

Asimismo, la proliferación de microorganismos en estos enseres facilita el desarrollo del deterioro, no solo higiénico sino también físico, de las partes del domicilio. Tal es el ejemplo que hoy mencionamos, donde el abultamiento de paños húmedos o la inexistencia de mecanismos que aireen los lugares en los que residen estos trapos puede conllevar problemas a las paredes, llegando incluso a causar reformas. Por ende, con el finde evitar estos gastos inesperados que suponen un duro golpe al bolsillo familiar, el cambio de estos simples actos puede favorecer la durabilidad de los muebles, siendo agradecidos por nuestro yo del futuro, que no se tendrá que enfrentar a esta disyuntiva.

¿Por qué no debo dejar la toalla mojada en el baño?

Si bien cabe diferenciar las distintas habitaciones de la vivienda y el empleo que se les da a estas, puesto que por norma general están aclimatadas para ejercer dicha función, como es el servicio, también cabe resaltar la importancia de saber los límites de uso. En este contexto, Valentín Naranjo, especialista en cuidados del hogar, identifica los principales puntos que responden a esta cuestión y analiza los efectos a futuro de los mismos, por medio de una de sus últimas publicaciones en redes sociales. Para empezar, el experto ejerce una contextualización preguntando a ciudadanos de a pie sobre dónde dejan la toalla una vez terminan de ducharse, con el fin de comprobar lo que muchos suponen.

En efecto, tal y como se aprecia en el vídeo, la mayoría de personas que responden no cuelgan la toalla fuera del cuarto de baño. Además, muchos de los mismos aseguran haber notado un mal olor o la continuidad de esa humedad. Si bien esto puede parecer inofensivo, a la larga constituye el inicio de diversos problemas de salud. "Si lo haces de manera diaria, la toalla mojada crea humedad en el ambiente y eso hará que crezca el moho", indica Naranjo. Siguiendo con lo mencionado, la repetición constante de este acto favorece la proliferación de los hongos. "El moho libera esporas que eso hace que afecte a tu respiración e incluso a tu piel", señala.

Recomendaciones a seguir del experto

De esta suerte, con el fin de eludir todas estas problemáticas aparentes, el experto en humedades incide en los pasos a seguir. "Te recomiendo que saques la toalla una vez te duches a un espacio ventilado o bien utilices un extractor", asegura.Todo esto depende de las características de tu servicio, es decir, de la ventilación que este tenga y, además, de los dispositivos de extracción que tenga implementados, si es que tiene alguno. Pero en cualquier caso, dejar ventilar en la ventana es lo más práctico. Respecto al cuidado de estas telas, declara lo siguiente: "Luego lava la toalla dos veces por semana en agua caliente. Con estos consejos evitarás el moho, malos olores y protegerás tu salud".