Geopolítica

Elon Musk se alía en secreto con China: necesita su dinero

El dinero chino fluye hacia SpaceX, uno de los pilares de la seguridad nacional de Estados Unidos, a través de paraísos fiscales, una revelación que ahora pone en jaque la confianza del Pentágono

Elon Musk
Elon MuskAgencia AP

Calificar a Elon Musk como el "principal títere" de Pekín en Estados Unidos. Esta ha sido la durísima acusación que ha resonado en el Congreso estadounidense, lanzada por una congresista demócrata por el estado de Nueva Jersey, LaMonica McIver, y que pone sobre el tapete la creciente desconfianza que genera el magnate en una parte del arco parlamentario.

Es una acusación de enorme gravedad que no surge de la nada, sino que se alimenta de una controversia que mezcla intereses empresariales, finanzas opacas y la seguridad nacional del país norteamericano en un clima de tensión geopolítica con diferentes frentes: China, Rusia y Oriente Próximo, entre otros.

Tampoco son meses tranquilos para Elon Musk y su conglomerado empresarial, puesto que existen indicios de movimientos fuera de lo habitual en el plano financiero entre las compañías del magnate estadounidense de origen sudafricano.

El rastro del dinero a través de paraísos fiscales

De hecho, el trasfondo de este ataque directo se encuentra en la percepción de que Musk mantiene una postura excesivamente favorable a China, una afinidad que muchos analistas en Washington vinculan con los intereses estratégicos de Tesla, su compañía de vehículos eléctricos y principal fuente de su riqueza.

La inquietud es que sus conocidos vínculos con el gigante asiático puedan estar condicionando sus decisiones al frente de compañías que son vitales para la defensa de Estados Unidos. Una acusación que llega además justo en el momento en que SpaceX ha dejado de ser la startup más valorada.

Y es que, en este contexto, la atención se ha centrado de lleno precisamente en SpaceX, la joya de la corona aeroespacial de Musk y un contratista militar de primer orden para la administración del presidente Trump. La compañía ha recibido contratos públicos por valor de 845,8 millones de dólares solo en lo que va de año, una situación que ha llevado a miembros del Partido Demócrata a exigir explicaciones tanto al Departamento de Defensa como a la NASA.

La seguridad nacional norteamericana en entredicho

En concreto, la polémica estalló tras las revelaciones recogidas por el medio Propublica de uno de los propios inversores de SpaceX, Iqbaljit Kahlon, quien desveló el mecanismo que permite la entrada de capital chino en la compañía. Según su testimonio, la empresa de Musk da luz verde a estas inversiones siempre que los fondos se canalicen a través de paraísos fiscales como las Islas Caimán, una compleja ingeniería financiera que busca diluir el origen del dinero y esquivar los controles de Washington.

Ante esta situación, las alarmas se han disparado en el sector de la defensa, que ve con enorme preocupación cómo una empresa con acceso a tecnología sensible podría tener entre sus accionistas a entidades vinculadas con una potencia rival.

Lo que está en juego, según advierten desde el Capitolio, no es solo la transparencia de un gigante corporativo, sino la seguridad nacional norteamericana en su conjunto, algo con lo que tradicionalmente no le gusta jugar a Estados Unidos.